Que el cerebro se oxida llegado cierto punto de la vida es tan cierto como que algún día te morirás y, justo antes, te vendrá un pensamiento fatalista: ¿Me habré dejado el grifo abierto? ¿Por qué la luz al final del túnel parece una sauna turca? Bueno, quizá lo segundo no te pase, pero lo primero llegará tarde o temprano: querrás tener la cabeza fina y te darás cuenta de que has perdido rapidez mental. Más si todavía eres estudiante. Ejercitar la memoria para tenerla rocosa y fuerte es el sueño húmedo de cualquiera en época de exámenes, cuando más necesario es el entrenamiento cerebral. Estar a tope de power.
Hoy te hablamos de algunas apps de lógica y entrenadores para el cerebro que van a dejarte la cabeza como un aguijón: llena de veneno rápido, inteligencia, memoria y energía para estudiar.
Tienes 17 retos y juegos diferentes para el cerebro en esta app, considerada un must en esto de ejercitar la materia gris. Buena, sobre todo, para la destreza mental y la memoria. También para la lógica.
Lo más interesante de esta app es la funcionalidad Daily Boost, una especie de reto diario que se actualiza para cada según los juegos mentales que hayas ido superando y las habilidades que más trabajes. Igual que un pepito grillo o ese ojito derecho del profesor al que quieres saltarle todos los dientes.
Otra app para engrasar las tuercas mentales, esta vez a nivel competitivo y online, a base de minijuegos para poner tu cerebro a mugir con toda la maquinaria engrasada. La app trabaja con cuatro áreas determinantes: la vista, la inteligencia lógica, la concentración y la rapidez para resolver problemas.
Te arrojará desafíos en forma de minijuegos, con los que además puedes competir a través de ránkings y estadísticas con otros usuarios. Descubrir un número escondido en una matriz, aceptar o negar la validad de una frase con postulados lógicos, encontrar la pareja de una carta en un juego de gato y ratón, con cartas que se esconden, o hallar el color más claro o más oscuro en un gradiante de tonos casi imperceptible.
Cuanto compitas, tus resultados se clasificarán de una a cinco estrellas. Te servirá para esforzarte más y bucear en el multijugador, uno de los puntos fuertes.
No se trabajaron mucho lo del nombre para esta aplicación (suena a remedio para el estreñimiento); sí lo hicieron con las funcionalidades y el tipo de perfil de usuario para el que está diseñada. Es amable e inclusiva con todo el mundo, y así lo prueban sus tipos de entrenamiento mental.
Según seas un estudiante, una persona mayor de 55 años o alguien con dislexia, o tengas depresión o algún tipo de trastorno (TDAH), la app te dará retos a medida. Memoria a corto plazo, tiempo de respuesta, inhibición, en fin, todo lo que necesita eso que tienes sobre los hombros para ponerse a punto.
Lumosity es una app freemium que te sonríe con su aspecto amable y sus colores dulces. No te dejes engañar (o sí, que la vida está para disfrutarla): usará la gamificación para llevarte donde quiere, engancharte a su heroína neuronal y hacer que pagues llegado el momento.
Como dato curioso: fue diseñada por científicos, investigadores universitarios y diseñadores en un proyecto colaborativo a escala global. Los primeros se encargaron de la parte cognitiva, y los segundos transformaron todo ese material y esas investigaciones en juegos pensados específicamente para dejarte la materia gris como la jaula de Pinky y Cerebro.
Se parece a una visita de Satán tentándote con regalos para dejarte el cerebro como un rifle de francotirador, y entretenerte. Es adictiva, y así lo prueban los 90 millones de usuarios que cada día pescan ejercicios en su programa de entrenamiento mental, que es de pago en las partes más específicas (y, a veces, las más interesantes). Tiene 40 juegos mentales distintos. Cuando te aburras, te sentirás como el tentáculo morado: capaz de dominar el mundo. Busca la referencia friki, no seas un desperdicio humano.
Junto con la alquimia erótica de recordar algo y no quedarse en blanco, esta app es especialmente interesante para ejercitar la memoria. Igual que la vida, la memoria es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar: recuerdos terribles de tu ex, alzhéimer galopante o un poema de Ovidio del que no consigues acordarte.