Es normal preocuparse por el móvil. Lo sacamos de forma instintiva del bolsillo una media de trescientas veces al día, manipulamos la pantalla, apagamos y encendemos y lo dejamos a la vista en el bar para poder cogerlo sin perder tiempo. En todos estos ‘entreactos’ suele caerse, romperse, nos lo pueden robar o incluso lo olvidaremos en alguna parte si somos un despiste con patas. Para eso precisamente existen los seguros de móvil: cubrir cualquier eventualidad y pagar (más o menos) por tener nuestro cacharro protegido ante toda tragedia doméstica.
Te damos algunas claves para elegir seguro de móvil si eres de esos que quieres estar cubierto del todo.
La respuesta dependerá de tu perfil de usuario y lo desastre que seas. Según la OCU, contratar un seguro de móvil no merece tanto la pena como parecería en un primer momento. A la cobertura limitada y la letra pequeña de los contratos se suma la prima anual del seguro, que en algunos casos puede superar el 30% del precio inicial del smartphone que hayas elegido.
Asegurar algunos smartphone de gama media (350 euros de precio de compra) con todo (robo, pérdida, humedad, rotura de pantalla, fusión de la placa) puede salirte por un precio entre 60 y 170 euros anuales, más de la mitad del precio del terminal. ¿Seguro que compensa?
Por tanto, lo primero que debes valorar a la hora de contratar un seguro es qué te cubre exactamente. Listar los ‘eventos trágicos’, por así decirlo. Por ejemplo, para las aseguradoras o las compañías de móviles que te aseguran el teléfono cuando lo compras un hurto no es lo mismo que un robo. En un caso suelen cubrirte y en el otro tendrás que llorar delante de su puerta a ver si consigues contraargumentar y superar su letra pequeña. Si tienes un seguro de hogar y entran a robarte en casa, es probable que el robo de tu móvil por los rateros haya quedado cubierto por tu póliza. En algunas te cubrirá incluso estando fuera de casa, y en otras no. Es importante tener todo esto en cuenta a la hora de decidirnos finalmente por proteger nuestro teléfono contra todo lo que le pueda pasar.
Toca ponerse a estudiar cuánto puedes permitirte pagar por tu seguro de móvil y qué tienes ya cubierto de serie en la garantía.
Lo primero es diferenciar la garantía obligatoria de la contratación de un seguro. La primera la tienes ‘por defecto’ al adquirir el smartphone (normalmente, de dos años). Cubre defectos de fabricación del fabricante, pero nada más. Una caída o golpe en la pantalla son tu responsabilidad y tendrás que pagar la reparación a precio de sangre de unicornio.
Los defectos en la batería suelen estar incluidos durante al menos seis meses, pero aquí hay letra pequeña otra vez. Hay aseguradoras que las consideran un accesorio y no querrán cubrirte, y además, si lo cargas con un cargador que no sea el original, puede que quieran utilizar este argumento en tu contra para no incluir la batería dentro de la garantía original.
Sin embargo, el portal del consumidor de la Comunidad de Madrid es claro a este respecto: el móvil no puede funcionar sin batería, y por lo tanto es un elemento imprescindible y entra dentro de la garantía; si se detecta el fallo en los primeros seis meses desde que se adquirió el terminal, se entiende que ese fallo ya estaba ahí, y tendrán que arreglarte la batería o proporcionarte una nueva.
Si tienes un móvil de alta gama te habrás planteado esta cuestión bastante a menudo. Tu segunda piel va a durarte, lógicamente, más tiempo del que te cubre la garantía original, y seguro que habrás pensado incluir el gasto del seguro en tu presupuesto mensual. Con lo que cuestan los smartphones de gama alta (600-1000 euros de media) no merece la pena sudar pensando en que no estarás cubierto si surge algún problema con el aparato, y lo que tendrás que pagar por una reparación sin estar protegido por algún tipo de póliza.
Los seguros de móvil se entienden como ‘garantías extendidas’: cubren eventualidades que van más allá de los defectos de fabricación, desde un robo a una caída al agua. La cobertura base suele protegernos con dos básicos: rotura de pantalla y mal funcionamiento por humedad. A esto suele añadirse un abanico de opciones que varían el precio: el móvil de sustitución, mientras nuestro terminal original es reparado, el número de siniestros al año (1, 3, ilimitados…) y el periodo mínimo de permanencia en la póliza contratada.
El factor más influyente en seguro de móvil suele ser precio original de tu smartphone. Los seguros varían su precio por tramos. Un móvil de más de 1000 euros tiene un seguro mensual tres veces más caro de media que un móvil de 200 euros.
¿Hay letra pequeña o quiebros creativos de las aseguradoras para no cubrirte cuando te pasa algo con el teléfono? Muchos. Por eso es importante mirar todos los supuestos. Por ejemplo, al contratar un seguro estándar de garantía extendida puede que no nos cubran cosas como fallos de audio, de puerto de carga, mal funcionamiento del GPS o un wifi intermitente que va a lo suyo.
Disponemos por lo general de seguros por cuatro vías: operadoras móviles (Orange, Vodafone, Movistar…), tiendas (Media Markt, The Phone House…) y aseguradoras independientes (Caser, Zurich, Tu Seguro Móvil…). Te tocará estudiar con lupa las diferentes tarifas y evaluar el uso que le das como usuario. Si eres una persona muy cuidadosa quizá no quieras incluir el robo en el seguro. Si andas como las cabras y lo olvidas en cualquier parte o no estás pendiente de dónde lo llevas, entonces te interesará estudiar cómo te asiste la compañía en este caso.
Por ejemplo, en Media Markt, un seguro de un móvil de un precio superior a 350 euros con reparación de pantalla o móvil de reemplazo sale por 30 euros mensuales (340 euros al año, 1 solo siniestro), mientras que en El corte inglés, la cobertura por rotura de pantalla, avería por líquidos, robo (y las llamadas hechas por los rateros durante el tiempo de anulación del terminal) sale por 28 euros al trimestre, pero esta modalidad no cubre el daño accidental.
En Fnac, el seguro con los cuatro supuestos más importantes (pantalla, robo, protección contra líquidos) sale a un precio de lo más económico: 8,90 euros al mes con reparaciones ilimitadas. Por más laudatorio y feliz que suene, una vez más tendrás que mirar con el ojo de Dios no sea que te la cuelen. Lo barato puede salirte caro y este tipo de ofertas lanzan más sospechas que certezas.
Mirar, mirar y mirar hasta encontrar la mejor oferta que nos proteja. Nadie puede hacer ese trabajo por ti.