Toni Mejías, miembro de Los Chikos del Maíz: "No imaginaba que la anorexia le pudiera pasar a los hombres"
Entrevistamos a Toni Mejías, miembro de Los Chikos del Maíz, que ha publicado el libro 'Hambre'
En su libro, este referente en el mundo del rap español cuenta su experiencia con la anorexia, una enfermedad que le costó asumir que padecía porque la ligaba únicamente a las mujeres
A día de hoy se encuentra mucho mejor, pero sigue luchando por superarla
Cuando uno piensa en la anorexia, casi automáticamente piensa en femenino. Por ello, estúpidos de nosotros, muchas veces no podemos concebir que afecte a los hombres, cuando se trata de un trastorno que no entiende de géneros. Eso mismo pensó Toni Mejías, conocido rapero por formar dupla junto a Nega en Los Chikos del Maíz, cuando empezó a contar calorías obsesivamente y su cuerpo le lanzaba señales de que algo no estaba funcionando bien.
Ahora, después de unos años de tratamiento y de ver mejoras en su salud (ha ganado 10 kilos y su relación con la comida está cambiando), ha publicado su experiencia con la anorexia. Una obra narrada desde la vulnerabilidad que, como él mismo dice, escribió "con la idea de que pudiera ayudar a alguien". Hablamos con él para desgranar esta enfermedad y romper con muchos de sus tabús.
MÁS
Pregunta: ¿Por qué te decidiste a hacer público tu trastorno alimenticio?
Respuesta: Por la idea de que pudiera ayudar a alguien. A mí lo que más me costó al principio fue reconocer la enfermedad y que podría pasarme sobre todo por ser hombre. A raíz de una serie de escritos que fui haciendo como parte de mi terapia, creía que podría ser útil para otras personas para que reconocieran el problema y empezaran a curarse lo antes posible.
Te cuesta ver el problema porque, en la sociedad, la enfermedad de la anorexia se liga únicamente a las mujeres
En ningún momento me lo planteo porque, como no había indagado mucho sobre esa enfermedad, ni siquiera imaginaba que les pudiera pasar a los hombres. Cuando es un razonamiento completamente absurdo. No me entraba en la cabeza que me pudiera pasar. Imagino que reconocer cualquier enfermedad mental es difícil, pero el hecho de estar asociada al tema mental y físico, hizo que me costara mucho. Cuando me dijeron por primera vez que tenía este problema, estuve unos meses de aceptación hasta que entendí que era verdad.
Hablamos en pasado, pero es una lucha que sigues batallando hoy
Hablo de cuando empecé a curarme y en algunos aspectos he mejorado. Por ejemplo, he cogido unos 10 kilos. Pero el tema mental tiene mucho trabajo por delante. Me cuesta comer determinados alimentos, valoro cada comida, tengo que forzarme a comer algunos días, el no compensar calorías… El tema mental es una batalla, además de la ansiedad y las inseguridades que me provoca esto. Sigo luchando para dejarlo atrás.
Te costó llegar a entenderlo, pero, ¿qué hizo click para aceptarlo?
El cuerpo me mandaba señales. Había pasado de hacer ejercicio de manera habitual y disfrutándolo a no poder hacer porque me dolía todo. No podía hacer cosas tan sencillas como subir escaleras o cargar las bolsas de la compra. Eso me mandaba señales, pero siempre intentas pensar que es por otra cosa, no que tuviera que ver con la anorexia.
Lo acepté cuando una amiga que es médica me lo dijo sin ningún tipo de tapujos. Ella me ayudó a ver el problema y me dijo que tenía que elegir dónde quiero estar, si caer al pozo, llegar a ingresar, que estuve cerca, si quería vivir con ello toda la vida o empezar a curarme. Me costó reconocerlo, pero asumí que tenía que pedir ayuda psicológica. A partir de ahí mi relación con la enfermedad cambió 180 grados.
El tema mental es una batalla, sigo luchando para dejarlo atrás
¿Cómo fue ese proceso de ayuda? ¿Cómo te acercaste a la comida y te empezaste a aceptar?
A parte de ayuda psicológica, también tuve ayuda psiquiátrica. Esto iba más a ayudarme con la ansiedad. Luego también acudí a la endocrina. Cuando tienes un problema en el que necesitas ganar peso y un problema de alimentación, no es sencillo. Ella me hizo una dieta calórica para engordar con unos alimentos saludables, que mi cabeza tolerara, y eso me ayudó mucho en la evolución.
Respecto a la parte psicológica, me vino muy bien abrirme. Ella me daba muchas herramientas para reeducar mis pensamientos tóxicos respecto a la alimentación. Empezar a analizar esos momentos, pararme a pensar y preguntarme "¿Por qué me pasa esto?". Se trata de reeducar la cabeza con respecto a la relación con la comida y la vida normal que llevaba antes.
Hablas de reeducarte a ti mismo, pero también haría falta hacerlo a nivel social. Muchos de tus cercanos te decían: "Si quieres coger peso, cómete cuatro kebabs". Cuando lo que te costaba era justo eso, comer alimentos que tuvieran mucha grasa...
Más allá de este caso, que en muchas ocasiones la otra persona quizá ni sabía que tenía esa enfermedad, lo que nos pasa es que no nos han enseñado a cómo tratar este tipo de problemas. Ya ni siquiera algo tan extremo: no sabemos hablar o valorar cada día el peso de una persona. A una persona con sobrepeso que está haciendo un esfuerzo por adelgazar, soltarle un comentario al respecto de sus kilos puede hacerle frenar su evolución. Creo que lo primero que habría que quitarse es comentar el peso de las personas. Con lo que respecta a lo que dices, desde luego que es así: cuando existe un problema, no nos han educado para hablarlo o preguntar.
Es un tabú muchas veces. Quizá por eso mismo, por no saber cómo abordarlo
En este problema mío, yo me aislaba mucho. Pensaba que todo el mundo conspiraba en mi contra, que si me decían algo era para fastidiarme, porque tenían envidia porque tenía un buen cuerpo… Mucha gente a raíz del libro me ha dicho que lo siente no haber estado ahí, pero yo tampoco sabía cómo ser ayudado. Y eso que son cosas muy sencillas como preguntar qué tal me va y yo abrirme.
En tu caso, la anorexia fue causa o consecuencia de otras enfermedades mentales
En el libro trato esta experiencia personal. Ahora con la publicación del libro estoy mirando hacia atrás, lo que me permite ver todo con más perspectiva. Sí, hay otra serie de enfermedades como un poco de toc, que ayudó a acrecentar este problema. También los problemas de la adolescencia, que era el gordito al que todos puteaban. Tener falta de autoestima, muchas inseguridades, que me cueste hablar con desconocidos… una serie de factores que, en el momento en el que empiezo a cambiar, hicieron que mi mente se distorsionara y me llevaron hacia conductas dañinas para mí.
Creo que lo primero que habría que quitarse es comentar el peso de las personas
Esto le pasa a una persona que es un referente en el mundo del rap, que ha tocado delante de miles de personas. Sin embargo, te acercas al problema desde la vulnerabilidad, desde el otro lado
Es verdad que mucha gente me dice que cómo puedo estar encima del escenario, con letras duras y que me pase esto. Al final es como te comentaba con el peso: no sabes lo que hay detrás. De un tiempo a esta parte, me genera mucha ansiedad cuando llega el momento de subirme a un escenario. Yo subía a uno y estaba sufriendo. Es verdad que me siento seguro y que sé interpretar un papel, pero me ha afectado mucho. Deseaba que terminaran los conciertos. Es un sentimiento horrible porque es algo que me encanta. Lo que transmites es solo una imagen.
Un discurso que encaja con la ruptura en los últimos años de esa virilidad y la aceptación de que somos vulnerables, de que todos podemos "hacer crack"
Esto es lo real, lo falso es lo otro. Yo por eso escribo desde la derrota. Estamos más expuestos a no realizar nuestros sueños que a alcanzarlos, a la precariedad, a quedarnos en el camino. Es algo que está en el día a día. Son historias personales. Si mucha gente se ve reflejada en ello es porque es lo que nos pasa a más personas. Creo que ya está bien eso de vender los sueños maravillosos, porque es mentira. Tenemos dolores, ansiedad. Ya va siendo hora y que empecemos a contar historias desde abajo.
Aun así, se puede decir que ahora estás más o menos bien. En el libro dices que el 33% de las personas que sufren la anorexia no lo superan, otro 33% viven el resto de su vida con ella y el restante consiguen superarlo. Son datos muy crudos
Es verdad que hay mucha gente que se queda en el camino y que se queda ingresada años. Son historias reales. Es muy difícil salir. Yo quiero pensar que estoy en el 33% de gente que sale de ello y que tengo cosas por corregir. Espero no vivir toda mi vida con esto: contando calorías He intentado en todo momento, mientras busco una solución, estar medianamente bien y hacer mucho trabajo mental para que no me afecte la comida. Pero es la realidad en esta enfermedad. Está bien que se empiece a hablar de salud mental para que mucha gente sepa que puede acceder a ella o al menos saber que tiene que acceder a ella, que también es muy importante.