Tim Sweeney es el fundador de una de las empresas más importantes del mundo, sobre todo en el área de los videojuegos. Fundada en 1991, Epic Games se ha convertido en uno de los grandes nombres de la industria gracias al petardazo que fue Fortnite, el videojuego que llegó a convertirse en el más descargado de la historia, con más de 350 millones de usuarios que en algún momento se registraron para jugar.
Estamos (mal)acostumbrados a los grandes CEOs que se presentan casi como líderes religiosos o sociales ante la población y a que se organicen grandes eventos para presentar las novedades de sus compañías. Sin embargo, Tim Sweeney no se parece en nada a ese tipo de emprendedor. De hecho, su vida tampoco ha cambiado tanto en los últimos años, a pesar de que su empresa ha tenido beneficios superiores a los 1000 millones de dólares. ¿Quieres conocerlo mejor? Dale al play:
Según Bloomberg, su patrimonio podría ascender a 8.441 millones de euros, una cifra que cuesta incluso imaginar. Tim fue criado en Maryland y pronto desarrolló un gusto especial por la informática y la programación. Fue un hermano mayor quien le enseñó como funcionaban "los ordenadores", y cuando heredó uno de estos aparatos no quiso despegarse nunca más de uno. Su hobby con tan solo once años era crear y diseñar videojuegos.
Más tarde decidió estudiar Ingeniería Mecánica en la universidad y mientras estudiaba fundó su primera compañía tecnológica y lanzó su primer videojuego, ZZT. Algo que sí tiene en común con otros grandes genios de la tecnología como Bill Gates, Steve Jobs o Mark Zuckerberg, que creó su primera empresa siendo muy joven. Pero poco más, porque si por algo llama la atención Tim Sweeney es porque, a pesar de haberse convertido en multimillonario gracias a su trabajo, no ha renunciado a su estilo de vida ni a sus valores como empresario. Precisamente por esto llegó a enfrentarse a Apple y Google al descubrir que ganaban más dinero con Fortnite que los propios creadores, lo que acabó provocando que ambas compañías bloquearan el videojuego en sus tiendas de aplicaciones para móvil.
Si algo caracteriza a Sweeney es que es una persona reservada, que apenas expone su vida en redes sociales ni se deja ver muy a menudo, y que tiene gustos discretos. Vive en Cary, Carolina del Norte, es soltero y no tiene hijos, y considera "darse un capricho" tomar pollo frito y un refresco. Nunca se ha atribuido el mérito del éxito mundial Fortnite, siempre ha cedido los halagos a su equipo de desarrolladores. ¿La única excentricidad de este genio? Los coches. Llegó a comprarse un Ferrari y un Lamborghini, aunque al final se dio cuenta de que no iban demasiado con él y decidió dedicar su dinero a otras cosas, como la conservación de los bosques de Carolina del Norte.