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Podcast y verano van de la mano: seleccionamos nuestros favoritos para este veranito

  • El universo del podcast se expande y es difícil estar al tanto de todo lo que se está haciendo

  • Hemos seleccionado los mejores podcast para este verano

Los podcast están de moda. A pesar de que siempre habían estado ahí, ya que son herederos directos de la radio y se han producido y consumido desde que internet permitió grabar y alojar esas grabaciones en sites a los que cualquiera pudiera entrar, el gran éxito de plataformas como iVoox, y, sobre todo, la nueva pestañita de podcasts de Spotify ha contribuido a que este verano todo el mundo esté escuchándolos sin parar.

Si acabas de entrar en el universo podcast, que, por cierto, es extensísimo, o simplemente quieres ideas nuevas para darte un atracón este verano, te hemos preparado una lista de recomendaciones con programas que te van a encantar. Son fresquitos, son divertidos y además cuentan cosas superinteresantes. ¡La compañía perfecta para tus viajes en verano o para tardes de piscina o playa!

¿Puedo hablar!

Está recién salido del horno. Es un poco antipodcast, porque todos sus episodios fueron publicados a la vez, como si fueran la serie del momento, pero aún así ha tenido una gran acogida. En ¿Puedo hablar!, la escritora Perra de Satán y el DJ y componente de Monterrosa Esnórquel reflexionan desde el sentido del humor sobre aspectos fundamentales de sus vidas (y de las vidas de todas): ir al psicólogo, engordar, adelgazar, ver series, mudarse a Madrid...

Todopoderosos

Probablemente, el mejor podcast de cultura popular hecho por señores. Porque hablar de libros, pelis y series es uno de los temas más recurrentes entre los jovenzuelos, pero en este caso, la experiencia es un grado y se nota. Bueno, la experiencia y que menudos cuatros se han ido a juntar: Arturo González-Campos, Juan Gómez-Jurado, Rodrigo Cortés y Javier Cansado. ¡Lo mejorcito de cada casa!

Los hermanos Podcast

Un podcast que tiene la palabra "podcast" en su propio nombre malo no puede ser. La mala noticia es que la mayoría de episodios de este programa son muy antiguos. La buena noticia es que el Hematocrítico y Noel Ceballos se están tomando en serio lo de volver a mantener una continuidad en sus publicaciones. ¡Ah! ¿Que de qué va 'Los hermanos Podcast'? Es difícil de explicar... lo mejor es darle una oportunidad, porque si no te gusta, pues hasta luego, pero como te guste te vas a enganchar.

Gamers mal

El primer podcast "como debe de ser" de la lista. Con su capitulito a la semana, su horario fijo y sus cositas bien puestas. 'Gamers mal' es el programa de Nus Cuevas y Omar Álvarez. Y aunque la premisa de este podcast es hablar de videojuegos, al final pasa lo que pasa, te lías, y acabas bebiendo sidrita en riguroso directo, por qué no.

El sentido de la birra

Segundo podcast con su horario y su periodicidad, que no hay nada más bonito en la vida que ser organizado. 'El sentido de la birra' es un programa con invitados famosos y conversaciones muy de andar por casa. Muy interesante para conocer a personajes como Berto Romero, Carmen Alcaide, Valeria Ros, David Suarez... Ricardo Moya conduce este interesante programa de entrevistas cerveza en mano, por supuesto.

Días Extraños

Y tercer y último podcast "como debe de ser" de la lista. Otro programa de capítulo semanal, horario fijo y estructura clásica. Dirigido por Santiago Camacho, Días Extraños es programa de conspiración, misterio y reflexión sobre lo complicado que está el mundo de un tiempo a esta parte.

La filosofía no sirve para nada

Si eres de los que piensan que la filosofía no sirve para nada entonces este programa no te va a gustar, porque en este podcast solo se habla de lo importante que es la filosofía en cualquier aspecto de nuestras vidas. ¡La filosofía aparece donde menos te la esperas! ¿Se te ocurre un plan mejor que dedicar tu veranito a reflexionar sobre quiénes somos, de dónde venimos y a dónde vamos?

¿Y si te haces tu propio podcast?

Lo bueno del podcast es que lo puedes escuchar donde, cuando y como quieras. Pero lo bueno del podcast también es que, si te sientes motivado, te puedes hacer uno donde, cuando, y como quieras. Hoy en día todo el mundo tiene un podcast. ¿Por qué no te planteas hacerte uno tú también? Si te encanta contar historias y te apasiona un tema en concreto, tienes un micrófono decente y una conexión a internet, ¡tienes un podcast!

Para que veas que no es tan complicado como parece (aunque tampoco se hacen los podcast por arte de magia), hemos hablado con Alberto Fernández, creador de ¡Ay, La Caneli!: "Llevo en el mundo podcast desde principios de 2016, es decir, tres años ya. En estos tres años mi podcast ha ido mutando y cambiando de nombre. Decidí hacerlo porque tenía la necesidad de compartir mi pasión por el cine y el audiovisual con el mundo".

Vale, ya sabes lo que te gusta y estás decidido a montarte tu propio podcast. Pero, ¿por dónde empezar? Esta fue la experiencia de Alberto: "Me desenvuelvo mejor con la palabra, y así fue como surgió lo de ponerme frente al micrófono y soltar todo lo que me apetecía por la boquita. Investigué un poquito viendo tutoriales y demás y vi que muy difícil no era, ¡que hasta yo lo podía hacer!"

Decidí hacer un podcast porque tenía la necesidad de compartir mi pasión por el cine y el audiovisual con el mundo

"Lo que peor llevo es cumplir con horarios y fechas de lanzamiento. Fue lo que hizo en un primer momento que mi primer podcast hiciera aguas, nunca se sabía cuando saldría el siguiente episodio. Ahora, con '¡Ay, la Caneli!', me lo estoy tomando más en serio e intento sacar episodio cada 15 días aproximadamente. En cuanto a la parte técnica, he ido aprendiendo un poco por ensayo-error, pero aún estoy lejos de controlar al 100% el medio. Cada vez que saco episodio nuevo, lo primero que pregunto a mis amigos es si se escucha bien... jaja. Además, siendo amateur, pues tampoco tengo los medios, o conocimientos, para llegar a un target más amplio de personas".

No todo es sufrir. Tener tu propio podcast también tiene su lado positivo: "La satisfacción de hacer algo simplemente por el placer de hacerlo, de no quedarme con la espinita, y la sorpresa de que hay gente a la que le gusta lo que hago y me lo hace saber en redes e incluso cuando me ven por la calle. Eso, para mi autoestima es también un punto guay de validación que me anima a seguir haciéndolo".