Hace unos días, las redes ardieron porque salió a la luz la noticia de que una jueza de Castellón había ordenado la retirada de un total de 32 libros de temática LGTBIQ+ de diferentes colegios e institutos. Unas obras que habían sido donadas por el ayuntamiento de la ciudad y que tuvieron que ser extraídas de las bibliotecas por la denuncia que interpuso la organización ultraconservadora Abogados Cristianos, quienes consideraban que su lectura podría suponer “perjuicios irreparables” para el alumnado. Una noticia que para Juan Vera (1981), creador de la campaña ‘Libros contra el odio’, no fue ninguna sorpresa.
Y no le impresiona porque, para este traductor audiovisual de profesión, la fobia hacia las personas LGTBIQ+ está muy presente en la sociedad. “Nuestra mera existencia sigue provocando rechazo. Hemos avanzado en cuestión de visibilidad y derechos, pero todavía hay muchos discursos de odio desde instituciones religiosas como la Iglesia Católica y colectivos sociopolíticos de derecha y extrema derecha”, sostiene.
Por ello, mucho antes de que se produjera esta retirada de libros, concretamente en octubre de 2019, él había ideado la campaña ‘Libros contra el odio’ con el fin de acercar la diversidad a las escuelas. Un proyecto que tiene un funcionamiento muy simple y al que se puede sumar toda persona que esté interesada: únicamente hay que comprar una obra de temática LGTBIQ+ y donarla a un centro infantil, de primaria o secundaria del Estado. De esta forma, los colegios empezarán a tener un fondo bibliográfico diverso. Aparte, también creó el hashtag de #LibrosContraElOdio para visibilizar la campaña y tratar de hacerla viral en las redes.
‘Libros contra el odio’, según su creador, nació con la clara motivación de responder a los discursos de fobia que quieren seguir invisibilizando a un colectivo entero. “Hoy día, en 2021, están surgiendo medidas como el pin parental, que pretende evitar que al alumnado se le informe y eduque sobre diversidad afectivo-sexual. También se está permitiendo la intromisión de los colectivos ultracatólicos en los centros educativos, como el reparto de panfletos homófobos, tránsfobos y sexistas que hizo una de ellas en, nada menos, 20.000 centros educativos en 2019”, sostiene Juan Vera.
Y añade: “Desde las instituciones no solo no se está haciendo lo suficiente para erradicar estos discursos de odio, sino que hay gobiernos como el de Murcia que los apoyan sin ambages. Por eso me pareció necesaria una respuesta que se oponga frontalmente a ello: llenemos los centros educativos de libros LGTBIQ+”.
Aunque el proyecto está yendo despacio, porque empezó desde cero, poco a poco está llegando a más gente. Y crece gracias también a las diferentes manos que le ayudan, como las de Alberto Alba, del colectivo Galactyco de Cartagena. Ahora, tras la censura de esos 32 libros, su proyecto ha experimentado un nuevo empujón por las muestras de apoyo de diferentes escritores como Nando López, autor de libros como 'La edad de la ira', en los que muestra y educa en mundos más diversos e inclusivos. “A autores como Nando le estamos muy agradecides, pero nos gustaría que hubiera más como él que nos ayudaran a divulgar la campaña. Es importantísimo que se implique el mayor número de personas porque esto nace de la nada y se enfrenta a gigantes ultraconservadores con muchos recursos”, apunta.
Gracias a campañas como esta, educar en diversidad es más fácil. Algo que, según Juan Vera, es importante para toda la sociedad: “La diversidad afectivo-sexual existe, es un rasgo humano más, como que respiramos a través de los pulmones. ¿Quién va a negar la existencia de los pulmones? Nadie, ¿no? Pues cuando yo respiro, respiro diversidad afectivo-sexual. Igual que une niñe de nuestro colectivo. Si vienes a taparles la nariz a les niñes LGTBIQ+ con panfletos de odio, lo único que consigues es que se ahoguen”.
Para Vera “que une niñe del colectivo se tope con un libro (o una web, o una charla) donde se haga valer la diversidad afectivo-sexual y así se vea representade, puede tener el efecto contrario: que respire mejor. Pero no solo por nosotres, sino por el resto de niños también, que deben conocer nuestra existencia, aprender a respetarnos y defender esa diversidad como un bien común”.
La justicia acabó dando la razón a Juan Vera y a las miles de personas que habían protestado en redes sociales contra de la medida tomada por la jueza de Castellón. Así, el pasado 25 de octubre fue anulada la retirada de los 32 libros LGTBIQ+ porque no había indicios ni pruebas de que el contenido de las obras atentara contra los derechos humanos.