Regresar a España siempre es algo bueno para Isaac Hempstead-Wright. Tiene muy buenos recuerdos de Sevilla y de Teruel cuando por motivos de rodaje conoció por primera vez las tierras hispanas. De aquí, al que fuese el personaje de Bran en 'Juego de Tronos' le llaman la atención muchas cosas: la luz, el ambiente de la calle, sus gentes, y ahora también Yasss y mira que debería estar curado de espanto al haber sido ni más ni menos que 'El Cuervo de Tres Ojos'.
Sin embargo, el actor tiene en su viaje una misión muy concreta: dar a conocer la exposición oficial de 'Juego de Tronos', charlar un rato con nosotros y animar a que la gente acuda al Espacio 5.1 del recinto ferial de IFEMA, en Madrid porque el tiempo es limitado. Y lo avisa alguien que ve el futuro… aunque tú también te puedes enterar de todo con la entrevista en vídeo que le hemos hecho.
No solo porque es muy bonito recordar esta gran historia que a todos nos ha enganchado tanto, sino porque allí está el Trono de Hierro y eso no es cualquier cosa. Él mismo nos ha confesado lo que sintió al sentir de golpe todo su peso y es un "algo que no se puede explicar". Una sensación que pueden experimentar los que vayan a la Sala del Trono y se sienten en la réplica exacta o también los que gusten de aventuras en la nieve escalando el Muro. La emoción allí es para todos los gustos.
Lo cierto es que 'Juego de Tronos' a todos nos ha cambiado un poco. A Isaac le ha dado una fama mundial que él agradece siempre y el haber hecho un proyecto ambicioso del que ha sacado amigos para toda la vida y un gran amor por Belfast y su largo invierno.
Él está abierto a nuevos proyectos y hasta a un cambio radical de rol, como dice, "si el papel es bueno". Bram demostró que no hay retos imposibles ni caminantes blancos eternos. Que aunque él en la serie no pudiese andar, llegaba muy lejos y que el Reino llevaba su nombre escrito desde el principio de los tiempos.