Íñigo Aguas, autor de la primera novela gay erótica juvenil en España: "Aún queda ver a dos príncipes en una peli Disney"
En 'Los cuerpos de la habitación roja' se habla de sexo, bullying y del miedo a aceptar la condición sexual
Es la primera publicada por un sello editorial en España dentro de la catalogación juvenil y tan explícita
La que ha escrito él no es la típica historia de chico conoce a chico. No. Íñigo Aguas ha querido dar un paso más y eso se ha convertido en su primera novela, que bien podía ser una serie de éxito ahora. Méritos no le faltan porque habla de sexo, bullying, Grindr, del miedo a aceptar la propia condición sexual y encima se presenta como la primera novela gay erótica juvenil en España. Lo dicho, no le falta detalle.
Con un nombre sugerente, 'Los cuerpos de la habitación roja' nace esta historia prohibida y cargada de erotismo que viene a sorprendernos. Esto se debe a que Íñigo escribe las escenas sexuales sin miedo y lo mismo hace con el amor incomprendido. No veta ningún tema. Todos son bien recibidos y, por cierto, muy necesarios de conocer en cualquier clase de instituto.
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Porque todos nos hemos podido sentir diferentes en algún momento, encerrados en armarios, tal como dice el autor, pero ya es hora de que haya una habitación (roja en este caso) para que todos los deseos se cumplan. No es de extrañar que por ir más allá, hayan comparado su novela con 'Cincuenta sombras de Gray'. Hay coincidencias inevitables. La más importante es que se habla de sexo abiertamente, pero su gran diferencia es que la carga erótica la protagonizan dos chicos que todavía no se aceptan. Una cuestión que necesita más libros para comprenderse y por eso Íñigo ya está preparando una segunda parte.
No sé si te lo habrán dicho ya, pero ¿sabes que este libro es carne de cañón de serie?
¡Sí! Me hace un montón de ilusión ver que tantos lectores me dicen lo mismo porque, de hecho, mientras escribía la novela fantaseaba con verla algún día convertida en una serie… Si alguien tiene algún contacto directo, desde aquí le pido que me hable y la enviamos (risas).
¿Qué sientes en ser el primero en dar el salto al escribir una novela erótica gay?
Si me lo hubiesen contado cuando estaba en el instituto no me lo habría creído. Por una parte, me hace muchísima ilusión, pero por otra me da pena que el primer libro erótico gay se haya publicado en 2020 y no antes.
Los que lo han leído, ¿no te han dicho en plan broma fácil que es un 'Sombras de Gay'?
Aquí hay todo tipo de opiniones. Algunos me dicen eso, pero la mayoría que se lo han leído reconocen que se sorprendieron y que no tiene nada que ver porque en la novela se tratan muchos otros temas. Aunque es evidente que el papel del tío dominador está.
Tú, como el protagonista estudias también Publicidad y, ¿qué más hay de Íñigo en Eric?
En Eric y Alex lo que hay de mí es ese sentimiento de miedo a que la gente descubra que te gusta alguien del mismo sexo. Es algo con lo que muchísima gente puede sentirse identificada, sobre todo para las personas que alguna vez se han sentido diferentes.
Es muy interesante que hablas del tema de la homofobia desde varios puntos de vista...
Sí, quería abordarlo desde diferentes perspectivas y lo curioso de todo es que todas de ellas terminan por doler.
Me da pena que el primer libro erótico gay se haya publicado en 2020
Por un lado están los amigos que hacen comentarios y hieren; por otro un padre que no concibe que pueda tener un hijo gay y los mismos protagonistas (Eric y Alex) que viven una auténtica lucha interna. Creemos que ahora todo es más fácil, pero ¿estamos equivocados? ¿Esto es un reflejo de la realidad?
Totalmente. Creemos que hemos avanzado mucho, pero no es cierto. Si hubiésemos avanzado como la sociedad presume, este libro no se habría convertido en la primera novela erótica y juvenil gay publicada en España, sino que sería una de muchas. Además, aún nos queda, por ejemplo, ver una película Disney con dos príncipes… Hay mucho por hacer.
Y más ahora con la polémica del pin parental
Sí… Parece que algunas personas tienen un miedo irracional a que se nos eduque desde el respeto.
¿Qué ha sido un reto mayor? ¿Escribir las escenas sexuales o la liberación-evolución de los sentimientos de los protagonistas?
Lo más difícil, sin duda alguna, ha sido escribir las escenas sexuales. Hay una línea muy fina entre lo que es erótico y lo que termina resultando vulgar. Sobre todo, si el lenguaje que se usa para las descripciones es tan explícito.
Cuando te decidiste a escribir 'Los cuerpos de la habitación roja', ¿te pusiste alguna meta? ¿Querías abanderar la causa LGTBI+ o es algo que surgió a la marcha?
Yo lo que quería era escribir una historia de amor entre dos chicos con la que también hiciese una denuncia a la sociedad, pero en ningún momento pensé que esto pudiera llegar a tal extremo de ser la primera novela erótica gay en publicarse y que eso implicase terminar abanderando esta causa, de la que me siento muy orgulloso.
¡Además de hacer urgente ya esa segunda parte! ¿Qué planes tienes a partir de ahora?
Mi plan es terminar trabajando en una editorial y que conviertan 'Los cuerpos de la habitación roja' en una serie. Ojalá, ¡eso sería una pasada!