Will Smith vive el peor momento de su vida. Paradójicamente, alcanzar el cielo de Hollywood ganando el primer Oscar de su carrera le ha condenado al ostracismo y la vergüenza. Y todo por el bofetón que propinó al humorista Chris Rock en plena ceremonia de los premios de la Academia. Los Oscar han vetado a diez años al intérprete, que pidió perdón por su acción, acató la decisión y ha ingresado voluntariamente en una clínica de rehabilitación para someterse a un tratamiento que le permita reducir el estrés que acumula con el paso de los días.
Un 'efecto positivo' que ha tenido la mediática controversia ha sido el aumento de ejemplares vendidos de su último libro. Según la revista Forbes, sus memorias recogidas en "Will" interesan más y el volumen de ventas ha crecido en estas semanas. El libro debutó en la tercera posición de las listas de libros más vendidos en Estados Unidos y permaneció en ellas durante 15 semanas consecutivas. Después, su posición fue bajando hasta desaparecer y ahora ha 'renacido' gracias a la polémica.
En el libro, Will Smith habla sin tapujos de su vida y de cómo algunas situaciones vividas han forjado su carácter. Por ejemplo, los abusos físicos que sufrió su madre a manos de su padre. Un hecho que llevó a Will Smith a desear la muerte de su progenitor y que pudo llevar a cabo con sus propias manos.
"Cuando tenía nueve años, vi a mi padre golpear a mi madre en la cabeza con tanta fuerza que se derrumbó. La vi escupir sangre. Ese momento en esa habitación, probablemente más que cualquier otro momento de mi vida, ha definido quién soy”, cuenta Will Smith en el libro.
Una noche de 2016, mientras cuidaba a su padre ya con cáncer terminal, se contuvo: “Una noche, mientras le llevaba desde su dormitorio hasta el baño con cuidado, una oscuridad surgió dentro de mí. El camino entre esas dos estancias pasa por la parte superior de las escaleras. Cuando era niño, siempre me dije a mí mismo que algún día vengaría a mi madre. Que cuando fuera lo suficientemente mayor, cuando fuera lo suficientemente fuerte, cuando ya no fuera un cobarde, le mataría (...) "Me detuve en la parte superior de las escaleras. Pensé que podría empujarlo y quitármelo de encima fácilmente", reconoce Will Smith en el libro. Finalmente no lo hizo, aunque su padre falleció poco tiempo después por su cáncer.
A pesar de todo, Will Smith mantuvo una estrecha relación con su padre a lo largo de toda su vida: "Mi padre era violento, pero también estuvo en cada obra de teatro y recital que daba. Era alcohólico, pero estaba sobrio en los estrenos de cada una de mis películas".