Podría ser perfectamente el argumento de una película de terror, pero desgraciadamente esta historia podría estar basada en hechos reales tal como se nos ha contado en Twitter y, en concreto, en un espectáculo de ventriloquía del año 1920 que se ha destapado ahora en la actualidad y, que tiene un fondo muy creepy.
La descubridora de este siniestro hallazgo es la tuitera 'Isa la tejedora' (@blairftcamz), que acostumbra a poner en su cuenta hilos de historias de terror inspiradas en la realidad y, esta última que ha hecho pública, es con la que ha dejado a todos los usuarios conmocionados. ¿Qué puede ser lo que ha contado para poner tan mal cuerpo a todos? Por lo visto, todo parte de un show bastante sencillo que logró, eso sí, mucha popularidad en el siglo XX.
Tal como ha ido desgranando en su cuenta de Twitter, la historia de terror comienza presentando a Charlie McCarthy un popular ventrílocuo, que utilizaba el arte de emitir sonidos con su vientre para ganarse la vida en compañía de su peculiar muñeco: Edgard. Este simpático acompañante siempre estaba presente en sus shows y representaba a un niño de 8 ó 9 años. Hasta ahí todo podría parecer normal, pero había ciertas particularidades de ese acompañante que daban al espectáculo un aire siniestro.
El muñeco Edgard contaba con unos rasgos demasiado expresivos, una complexión regordeta y su tamaño era mayor al promedio de otros muñecos. Sin embargo, lo que realmente llamaba la atención de niños y mayores era su mirada "que contaba con una expresión de tristeza o maldad", tal como apuntaba en su hilo esta famosa tuitera.
Por ese motivo y también por el gran talento de Charlie McCarthy con la ventriloquía cobraron gran relevancia y en poco tiempo sus presentaciones en las que "era imposible notar el más mínimo movimiento de sus labios para que el muñeco Edgar, hablara", tal como explica así el hilo de Twitter.
Este talento se le volvió en contra cuando se habló de que practicaba la brujería. Para el público resultaba imposible que aquello no tuviera algún truco detrás o algo más oscuro y no pocos padres prohibieron que sus hijos presenciaran ese show haciendo más grande el mito de este ventrílocuo.
Sin embargo, su leyenda no se debe solo a esos espectáculos tan comentados de la época, sino a su extraña muerte y lo que se descubrió a partir de esta. El asesinato del ventrílocuo en su camerino fue un suceso que conmocionó al público, pero mucho mayor fue lo que se encontró en esa habitación.
No sabemos si esto sirvió de inspiración para dar vida al terrorífico argumento de Chucky, pero lo cierto es que ese muñeco al que mimaba con especial atención Charlie y al que no dejaba acercarse a nadie, no se trataba en realidad de un muñeco. Era tal como se indica en este hilo, el cadáver de un niño al que tapaba su verdadero y pálido rostro una máscara de látex.
Edgard tenía huellas dactilares y seguía dentro de la caja con su mirada escalofriante. Nunca se supo su identidad ni cómo el ventrílocuo logró conservar tan bien el cadáver del niño, pero a raíz de este terrible hallazgo surgieron más historias que alimentaron la leyenda. Unas decían que era su hijo fallecido y que al no superar jamás la pérdida y ser incapaz de enterrarlo, le dio vida en el show hasta el fin de sus días.
De una forma u otra este hilo de terror ha sido recuperado en estos días y ha dado pie a nuevas teorías. No solo ha causado sensación en las redes y a todo aquel que ha dado con él, sino que todavía los que recuerdan sus detalles, confiesan que tienen pesadillas.