Una reseña machista a una camarera indigna a todo el que la lea: “No sé si estaba trabajando o buscando marido”

Las reseñas de los bares y restaurantes que los clientes escriben en internet contando cómo ha sido su experiencia son muy útiles para aquellos que están buscando un lugar al que ir a comer en una ciudad que no conocen o quieren innovar y probar nuevos sitios en su propia ciudad.

En las reseñas de este tipo de locales lo normal es leer opiniones acerca del precio de los platos o la elaboración de los mismo. También, por ejemplo, si el establecimiento está limpio o se cumplen correctamente las medidas sanitarias para evitar la propagación del coronavirus. En definitiva, información útil para que puedan tomar nota los posibles futuros clientes y decidir si ir a ese bar o seguir buscando.

Sin embargo, hay clientes que prefieren resaltar otras cuestiones en sus escritos y la cuenta de Twitter Soy Camarero ha querido compartir una de estas reseñas con motivo del Día Internacional de la Mujer para criticar públicamente la actitud de la comensal. Esta mujer tituló su reseña: "No sé si fui a un puticlub o a un restaurante de parejas y familiar". Ahora, se ha vuelto viral en Twitter y son muchos los usuarios que han criticado sus palabras en esta red social.

Una reseña muy polémica

La reseña empieza alabando la atención que recibieron en el restaurante, las vistas y el pulpo. Parece que estas tres cosas fueron las únicas que le gustaron a esta comensal de su paso por este local; es más, estos son los motivos por los que le da "una estrella" de puntuación.

"Todo se arruinó cuando una supuesta hostess con un vestido pegado y provocativo va paseándose por las instalaciones", continúa diciendo la reseña que tanto ha enfadado a los usuarios de Twitter que se han topado con ella en su timeline.

La señora continúa diciendo que a su alrededor solamente había parejas, "salvo un grupo de 4 hombres", por lo que, según ella, "no era para nada apropiado tener a una joven con vestido largo de licra con la espalda descubierta paseándose por las mesas". Sigue incidiendo en este punto: "Si quisiera que mi marido vea culos lo llevaría a comer a un puticlub, no a un restaurante a la orilla del mar".

¿Quién es la chica de la que tanto habla?

En su reseña, esta mujer habla constantemente de una chica que se paseaba por el bar, pues bien, esta es la hija de la dueña del local: "Hay miles de manera de vestir elegante que concuerde con un sitio como este, pero la chica (hija del dueño) no se si estaba trabajando o buscando marido". Según la cuenta de Twitter Soy Camarero, la joven a la que se refiere "es la hija de la dueña que ese día como otros, va a echar una mano al restaurante para luego irse corriendo a seguir con sus estudios".

La mujer continúa juzgando a la joven en la reseña y asegura que cuando ella y su marido salieron del baño, la chica salió corriendo delante de ellos "pavoneándose como si estuviese en una pasarela".

"No sé si fue el reloj de mi marido de 20.000 euros lo que le llamó la atención, lo único que sé es que ese sitio no lo pisamos más", concluye así esta señora la reseña y, por último, hace hincapié en que el arroz con bogavante no le gustó nada porque "el bogavante es congelado".

El tuitero ha querido compartir esta historia en una fecha tan señalada como es el 8 de marzo para visibilizar este tipo de comentarios que, por desgracia, suceden a diario y ha querido dejar clara su postura al respecto: "Nunca entenderé esa forma de pensar y denigrar". "Ánimo, a ella y a todas".

Micromachismos en los bares

Este tipo de comportamientos machistas suceden constantemente en bares y restaurantes. No siempre van dirigidos a las trabajadoras, como en el caso de la reseña, sino que en ocasiones son los mismos empleados los que, muchas veces sin darse cuenta, cometen micromachismos como el que criticó Laura Álvarez en su cuenta de Twitter:

Esta chica compartió en su perfil un tuit, que horas más tarde se había vuelto viral, en el que contó que al pedir una cerveza y un zumo en la terraza de un bar, a su novio le pusieron la cerveza y a ella el zumo: "Estoy tomando algo con mi pareja en una terraza de Valladolid. Hemos pedido una caña y un zumo de melocotón. Adivinad quién ha pedido la caña y a quién se la han puesto. Pequeñas diferencias", este micromachismo se da con mucha frecuencia y es por eso que muchas chicas aprovecharon la viralidad de su palabras para compartir también sus experiencias.