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La escalofriante experiencia paranormal que han vivido Miguel Herrán y un amigo: "Empezó a hiperventilar y se cayó"

  • El actor fue a una casa abandonada de su pueblo y descubrió que uno de los armarios escondía una habitación secreta

  • En su segunda visita la situación todavía empeoró y ahora asegura que jamás volverá a entrar allí

En todos los grupos de amigos está la típica persona que cuenta sus experiencias paranormales, si crees que no lo tienes, posiblemente ese amigo seas tú. No todo el mundo cree en estos fenómenos, pero es verdad que cuando una persona cercana a ti te cuenta que algo extraño le ha ocurrido, por muy escéptico que seas, te surgen algunas dudas.

Lo mismo ocurre si la historia paranormal te la cuenta alguien famoso en un contexto en el que, a priori, no tendría ninguna necesidad de inventarse algo así. Pues bien, Miguel Herrán, aprovechó su visita a un programa de televisión para contar su reciente experiencia, cuanto menos surrealista.

El actor relató uno a uno todos los detalles de las visitas que realizó junto a dos diferentes amigos a un viejo caserón abandonado que hay en su pueblo. La casa es muy famosa porque quien va a allí siempre sale de esta contando que algo turbio le ha ocurrido. No obstante, Miguel quiso comprobar por sí mismo si todas aquellas historias eran ciertas o, por el contrario, simples leyendas.

Ahora, lo que está claro es que esta visita disipó todas sus dudas y que jamás volverá a entrar a El Castaño Oscuro, así es como se llama el famoso caserío. "Es una casa muy famosa que se llama El Castaño Oscuro y que tiene muchas historias oscuras detrás. Una de ellas, la que yo considero real, es que el matrimonio que se mudó allí con su familia perdió a su hija pequeña. Se cayó en el estanque que tiene detrás y se ahogó. La madre, poco después, murió de un cáncer", explicó el actor. "El hombre decidió dejar la casa, no quiso saber más nada y se la regaló a una orden religiosa".

Descubrieron una habitación oculta tras un armario

Lo que les ocurrió a Miguel Herrán y a su amigo parece sacado de una película de terror, pero ni mucho menos. Esto fue algo que vivieron durante la cuarentena y que no olvidarán jamás.

Durante la cuarentena, "entré con mi colega, que es cámara, y subimos a la planta de arriba donde había una especie de librería. Mi amigo se dio cuenta de que detrás del armario había algo. Empujó un poco y no consiguió nada, así que probó a deslizarlo. Se corrió el fondo del armario y dejó al descubierto una habitación escondida con tres jaulas de metro y medio cada una". ¡Madre mía! Este es el inicio de muchísimas películas que no acaban nada bien.

"Nos fuimos acojonados", confiesa Herrán que cuenta que aquel día su expedición acabó con ese descubrimiento. No obstante, al poco tiempo volvió a esta casa con otro amigo de Madrid al que le había contado la historia y que se moría de ganas de ir: "Mi colega tuvo un accidente en parapente, y se rompió seis vértebras, costillas, brazos, piernas... Fue tetrapléjico, es de las pocas personas que ha vuelto a caminar". Según precisó Herrán, su amigo "ha tenido experiencias muy cercanas a la muerte" y, por ello, hay ciertos movimientos que a día de hoy le es imposible hacer.

Su segunda visita a la casa

Finalmente, fue con su amigo a la casa y "nada más cruzar la puerta mi amigo se puso rígido, a pesar de que a él le cuesta mucho, y empezó a caminar por allí como si fuera su casa de toda la vida. Empezó a mirar las cosas y a visitar las distintas estancias. Me estaba acojonando porque era un poco raro".

Aguantaron dentro de la casa un tiempo y, aunque estaban pasando cosas un tanto extrañas ya allí dentro, todo se complicó cuando Miguel decidió que era hora de abandonar la casa. "Cuando nos íbamos, salgo y me dijo que se quería quedar un rato. ¿Qué dices, tío? Me asustó, así que le agarré de un brazo y lo saqué fuera. En cuanto salió, empezó a hiperventilar y se cayó al suelo. Se quedó completamente rígido", confiesa el actor.

"Lo levanté del suelo, lo llevé al coche y tras darle un par de guantazos para que reaccionara me dijo que lo sacara de allí. Cuando nos alejamos un poco me dijo que desde que había pisado la puerta había tenido la sensación, por primera vez en su vida, de no estar solo, de sentirse acompañado", recordó Herrán. "Había una voz que le decía que si se quedaba allí iba a estar bien, iba a estar a gusto y no le iba a pasar nada".

Desde que ocurrió aquello, Miguel Herrán no ha vuelto a acercarse a esa casa, esa experiencia fue para él muy fuerte y tan surrealista que prefiere no volver a enfrentarse a otro momento como ese.