Durante el confinamiento por la pandemia del coronavirus, que en España comenzó en marzo, nos dio tiempo a conocer mucho mejor a nuestros vecinos, ya que pasamos horas y horas encerrados en nuestras casas.
Pues bien, una consecuencia de esto fueron los muchos carteles que aparecieron en los bloques de pisos, en los que algunos vecinos se quejaban de los ruidos que otros hacían. También aparecieron los "vigilantes de balcón", aquellas personas que aburridas de estar todo el día en casa se asomaban al balcón para supervisar a sus vecinos y vigilar si estos salían más de la cuenta.
No obstante, este encierro sirvió también para que muchos vecinos, tras pasar años viviendo en el mismo edificio, se conocieran un poquito más, aunque tuviese que ser a través de sus ventanas. Pero esta no ha sido la única manera que han tenido de conocerse, ya que algunos de ellos lo han hecho a través de la música.
Este es el caso del prestigioso violinista Emilio Moreno, el líder del grupo de cámara La Real Cámara, y su vecina, una estudiante internacional que, durante el confinamiento, cada día disfrutaba de su música.
Estamos muy poco acostumbrados a que los vecinos se escriban y envíen notas para dedicarse piropos y palabras bonitas. Lo más común en estos casos es que se trate de cartas o carteles en los que unos se quejan del ruido que hacen los otros o lo poco limpios que son. Sin embargo, esta vez, no ha sido así.
El pasado viernes, Emilio Moreno recogió la carta que una vecina le había dejado en la portería; cuando se hizo con ella no tenía ni idea de lo que se iba a encontrar. Ahora, todos podemos leerla, ya que al violinista le ha parecido tan sorprendente y emotiva que ha decidido hacerla pública subiéndola a su cuenta de Twitter, donde se ha hecho viral con más de 5.000 retuits y 46.000 likes. Lo que no sabe ahora es qué hacer con ella, "si enmarcarla o reconsiderar seriamente mi estudio cotidiano".
Y es que en ella, su vecina, una "estudiante extranjera", le agradece que se pasara todo el confinamiento tocando el violín, ya que gracias a ello tanto para ella como para otros de sus amigos el confinamiento fue mucho más ameno.
"No me conoce, soy una estudiante extranjera de la Residencia de enfrente de su casa. Durante los tiempos de confinamiento escuché cada día a usted tocar música de Bach con su violín y era muy bello y de mucho consuelo, también para otros amigos. ¡Gracias!", así comienza la carta.
"En los últimos tiempos, ya no escucho como antes Bach y sí otras cosas menos lindas como ejercicios y escalas y otras piezas menos bonitas. ¡Por favor! No olvide a Bach y toque más veces su música. Es lo más. ¡Gracias, de su vecina!", concluye.
Al compartirlo en su cuenta de Twitter han sido muchos los usuarios que han respondido al tuit aplaudiendo las palabras de esta estudiante o contando que han vivido experiencias similares a la suya.
También hay quienes recuerdan la historia de otra chica que compartió en Twitter una historia similar a la de Emilio, ya que fue también otra estudiante extranjera la que le escribió una carta para agradecerle que tocase el piano, ya que escucharla le hacía muy feliz porque cada vez que sonaba el piano se sentía como en casa.