No hay nada que un abuelo no haga por su nieto y las historias que empiezan así ya sabemos que vienen a sorprendernos y ¿para qué mentir? ¡Nos encantan! Porque no hay nada más entrañable que ver cómo nuestros mayores se vuelcan con las nuevas generaciones: desde cuando nos ayudan a buscar pareja usando Tinder hasta cuando ellos mismos se lían con las palabras y nos regalan momentos de lo más surreales. ¡Son para achucharles mucho! Y esa misma sensación es la que se nos ha quedado cuando nos hemos enterado de lo que le ha pasado al bueno de John Babbage.
Este jubilado de 75 años ya le podemos considerar como el abuelo del año porque con tal de consentir a su nieto se ha dejado buena parte de la pensión en un descuido que le está saliendo ahora muy caro. Lo que iba a ser un recado que le había pedido su nieto se ha convertido en una "auténtica pesadilla" para este hombre que vive en la ciudad de Luton, a una hora de Londres. Él no pudo negarse al capricho de su nieto que quería una hamburguesa y su abuelo se ofreció a comprársela y llevársela. Hasta ahí nada parecería raro, pero el Happy Meal le iba a salir por mucho más que las dos libras (poco más de 2,30 euros) que se gastó en el establecimiento.
El problema se presentó en que con todo el trasiego de ir y venir, a John Babbage le entró sueño y dio una cabezada en el interior del coche en el parking del centro comercial antes de poner rumbo a casa. La siesta se le fue un poco de las manos y cuando se despertó, había sobrepasado por 17 minutos el límite de dos horas de estancia gratuita. Un detalle del que él no se dio cuenta hasta que una agencia de cobros a morosos se presentó en su puerta varias semanas después.
La anécdota no resultó nada divertida cuando se enteró de lo que le reclamaban: cuatro multas de 100 libras cada una por el exceso de tiempo en el parking y, además, otras 1.561 libras en concepto de intereses por los atrasos. En total la deuda era de 1.961 libras o, lo que es lo mismo, casi 2.300 euros al cambio.
Cuando este abuelo vio la que se había liado por la hamburguesa del nieto, casi no se podía creer lo que le estaba pasando. Al despiste de dormirse en el parking y pasarse la hora, se sumaba otro contratiempo que había hecho que el precio de las multas alcanzase esas cifras. Al parecer, las multas se habían mandado a una dirección incorrecta y eso también explicaba que los números a pagar se hubieran elevado hasta a los 2.300 euros.
Y por si las cosas no le pudieran ir peor a este entrañable abuelo, la empresa propietaria del parking ha logrado llevarle a juicio que se celebrará el próximo mes de marzo para reclamarle el dinero. "Algo aterrador, una auténtica pesadilla", es como describe esta situación John Babbage, que todavía no logra comprender cómo el traer una hamburguesa a su nieto le está saliendo tan caro.
La historia de este abuelo al que le está costando un disgusto el antojo de su nieto, no es la única en la que las hamburguesas cobran importancia. Esta comida tan característica de películas, series y planes con amigos siempre nos da pie a sorprendernos un poquito más. Ya no es que a este abuelo le haya salido a precio de oro es que hay algunas que valen lo suyo solo por su antigüedad.
Eso es lo que pasó con el menú de McDonald's que compró una mujer y que decidió guardar en una caja de zapatos, ¡durante 24 años! La señora quería comprobar cómo estaría aquella hamburguesa tras haber pasado ese tiempo y si sería buena idea comerla, seguir guardándola o ver si se podría sacar algo de dinero con ella. ¿Queréis ver cómo le fue su experimento? La sorpresa es mayúscula: