El vídeo de @rayomcqueer se hizo viral no sólo por lo que dice, si no por cómo lo dice. Esta empleada tipo de una cafetería - cuyo nombre va a quedar en el anonimato - se ha convertido en la abanderada de la juventud contra la explotación laboral con sus sinceras declaraciones sobre lo "poco que le importa" la caja diaria que haga el lugar en el que trabaja en la actualidad. Al fin y al cabo, ella no es la dueña del negocio y, como asalariada que cobra 600 euros al mes por un contrato de media jornada, sabe de sobra que nunca lo va a heredar.
Por eso, no entiende el apuro con el que le hablan algunos clientes cuando quieren entrar al baño sin haber consumido previamente o cuando no encuentran el cupón de descuento, que ella les aplica sin mirar: "A mí me da igual si se te ha caído el café, toma otro. Me da igual. No hace falta que compres un agua para pasar corriendo al baño, ve al baño y punto, a mí me da igual. Si por mí fuera, yo te regalaba toda la bandeja de dulces, me da igual. Me da igual que entres al local con comida, como si quieres traer un Happy Meal. Pasa y siéntate. Túmbate en una mesa porque yo voy a seguir cobrando cinco euros la hora", dijo en su explosivo vídeo.
Y tardó tan poco en hacerse viral, que ella misma se sorprendió de la cantidad de comentarios que le estaban llegando que gente que está "muy delusional". Recibió numerosas críticas de autónomos que han levantado PIMES y que se pusieron en la piel de su jefe, cuando ella estaba denunciado lo poco que le paga ese mismo jefe. "Que me detenga la policía de los autónomos. Que estáis fatal. Yo no abro un negocio porque no tengo dinero para pagarlo, morch", decía en otro vídeo todavía más gracioso que el anterior.
Y, ahora, ha publicado uno nuevo en el que cuenta cómo es su día a día: se levanta a las seis de la mañana para ir a trabajar - en lo que entendemos es un contrato parcial - se come un yogur y va caminando de noche hasta la "cafetería del demonio", como ella la llama en broma. Después, vuelve a casa, pone lavadoras y da de comer a sus gatos. Con todas las tareas hechas, se dispone a comer a echarse una buena y merecida siesta, no sin antes pasa por TikTok para ver lo que se dice de ella.