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La increíble historia de una joven vasca que se fue a Inglaterra a aprender inglés en verano: "Mi casa era un Kebab"

  • Naiara había suspendido inglés y es por eso que sus padres la mandaron a Inglaterra

  • Su habitación la compartía con dos chicas danesas y una italiana, todas dormían en un colchón en el suelo

  • Naiara se encontró a la abuela de la familia muerta en la bañera y la novia de uno de los hijos rompió aguas en la casa

Para aprender otro idioma, muchas veces lo mejor es irte a un país en el que esta sea la lengua más hablada y así no te quedará otra opción que usarla en el día a día. Pues bien, esto fue justo lo que pensaron los padres de Naiara cuando la joven suspendió inglés y la mandaron a Inglaterra en verano para que aprendiese el idioma.

Ahora, ha sido la propia Naiara quien ha contado su historia a través de un vídeo de TikTok, el cual se ha vuelto muy viral en las últimas horas y es por eso que ha hecho un segundo y tercer vídeo dando más detalles sobre su fatídica y surrealista estancia allí.

Lo cierto es que, tal y como ella cuenta, todo pintaba mal desde el principio, ya que el resto de jóvenes que ese verano iban con su misma agencia habían podido contactar con las familias que les acogerían durante ese tiempo, pero ella no. Es más, cuando llegó a Inglaterra, ni siquiera fueron a por ella a la carpa que habían habilitado para que los jóvenes esperaran a sus familias; pero la de Naiara no apareció, así que la mandaron en un taxi hasta su casa.

Vivir en un kebab, un parto y una abuela muerta

La estancia de Naiara en Inglaterra fue de lo más surrealista, empezando por el hecho de que cuando llegó a su casa se dio cuenta de que esta en realidad era un establecimiento en el que vendían kebab: "Mi casa era un Kebab, sí chicos, iba a vivir el verano en el almacén de un Kebab".

Es más, los padres ni siquiera sabían que ella llegaba ese día y cuando le enseñaron su habitación en esta había "cuatro colchones en el suelo, sin armarios y una ventana enana". Afortunada o desafortunadamente, en esa habitación no dormiría sola, sino con dos danesas y "una italiana muy maja".

Si imaginamos el almacén, probablemente lo imaginemos como un espacio bastante reducido, pero en "la casa" vivían también cuatro hijos, los padres y la abuela "que se murió estando yo en casa, que me la encontré yo". Pero eso no es todo, porque también tuvo que convivir con las gallinas que había en la parte de atrás de la "vivienda": "Una vez duchándome abrí el gallinero y las gallinas se colaron en casa".

La historia se vuelve todavía más terrorífica cuando Naiara cuenta que por las noches el padre entraba en su habitación con una botella de vodka en la mano, en calzoncillos y gritaba: "Fucking bitch, fucking bitch". Por si fuera poco, la novia de uno de los hijos que también vivía en esa casa se puso de parto en el almacén y dijo que quería tener a su hijo allí: "Aprender inglés nada, pero madurar maduré". Con todo esto, la joven (como no podía ser de otra manera) pidió un cambio de familia".

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