Hace unos días, el primer jueves del mes de noviembre, se celebró el Día Mundial contra el Acoso Escolar. El bullying es un problema real y muy serio que puede provocar (y provoca) el suicidio, tanto de niños como de adolescentes. Por eso, la conciencia de esta lacra debería estar impregnada dentro de cada alumno, profesor, padres de familia y de la sociedad en general. 

Ser comprensivo, respetuoso y solidario con otros niños que no son igual que tú, ni tienen por qué serlo, es exactamente la actitud que ha tenido un alumno de un instituto de Nueva York, llamado Romello Early. 

Cansado de que otros compañeros se metieran con su amigo Melvin porque llevaba las zapatillas rotas (las diferencias económicas son, muchas veces, visibles en los colegios), Mello le pidió a su madre un gran favor: poder coger todos sus ahorros, o bien, renunciar a un regalo de Navidad para comprarle a su compañero unas zapatillas de las que nadie se pudiera carcajear.

¡Y vaya si lo hizo! Le compró unas Nike Dunks y, cuando Melvin las vio sobre su pupitre, ¡no se lo podía creer! Estaba tan agradecido que le juró a Mello que le devolvería el dinero trabajando, pero él se ha negado en rotundo. Su amistad y el ejemplo que han dado ha traspasado las fronteras (sobre todo, las mentales) del mundo. Tanto que, además de ser una inspiración, la tienda de artículos deportivos les dio dos tarjetas de regalo de DICK’S Sporting Goods a ambos jóvenes.