Ni en el mejor guion de "Aterriza como puedas". Un piloto de la compañía aérea Southwest Airlines, que tenía previsto viajar a Cabo San Lucas, en México, amenazó con no despegar el avión porque uno de los pasajeros estaba enviando desnudos suyos no solicitados por AirDrop.
El usuario Teighlor Marsalis (@teighmars), que iba en el vuelo, subió un vídeo a TikTok el 25 de agosto narrando el incidente. Desde entonces, ha sido visto más de dos millones de veces. "Así que este es el trato", dijo el piloto por el intercomunicador. "Si esto continúa mientras estamos en el aire, tendré que regresar al aeropuerto, todos tendrán que bajarse, llamaremos a los miembros de seguridad y se quedarán sin vacaciones. Sea lo que sea eso de AirDrop, deja de enviar fotos de desnudos y vámonos a Cabo", dijo.
Según los diferentes informes, el incidente comenzó antes de que el avión despegara. Un pasajero recibió la imagen explícita en su teléfono móvil y se quejó a un auxiliar de vuelo. Marsalis, una pasajera del mismo vuelo que ha hablado con el medio Insider, cree que el piloto manejó la situación "perfectamente". "Yo también recibí una solicitud por Airdrop, pero no la acepté", asegura.
En una declaración proporcionada a Insider, Southwest Airlines dijo que la seguridad y el bienestar de los clientes y empleados ha sido siempre "su mayor prioridad en todo momento".
La recepción de fotos, casi siempre pornográficas, se ha convertido en un tipo de acoso que ha encontrado formas perversas de transformarse y utilizar la tecnología a su favor. Lleva más de una década entre nosotros y ahora se le llama cyberflashing. De acuerdo con los datos que indica el Instituto Británico de Investigaciones de Mercado (YouGov), más de un 50% de las mujeres jóvenes (entre los 18 y los 35) ha recibido una fotopolla (‘Dick Pick’ en inglés), y la cifra no baja mucho con las siguientes franjas de edad: un 35% de mujeres de entre 35 y 54 cuya privacidad ha sido invadida por una foto sexual no consensuada.
Aplicaciones como Snapchat, Facebook Messenger o Whatsapp son las preferidas de estos acosadores, ya que permiten el intercambio de archivos, frente a Tinder o Badoo, que cuentan con sus propios sistemas detección de este tipo de microagresiones e impiden el envío de imágenes.
El cyberflashing ya se considera ya un delito menor en Texas y en California también se está estudiando dicha opción. Pero, ¿qué pasa en España? Aunque no es lo más habitual, es posible emprender acciones legales contra este tipo de prácticas. Según el artículo 37.5 de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, se trata de un delito de exhibicionismo, que consiste en “la realización o incitación a la realización de actos que atenten contra la libertad e indemnidad sexual, o ejecutar actos de exhibición obscena”. Además, si la víctima es menor de edad, las consecuencias son mucho más graves, ya que infringe el artículo 186 del Código Penal, lo que implica una pena de cárcel de entre seis meses y un año.
Marina Pinilla, psicóloga de Yasss, ya nos habló hace unos meses de lo que tenemos que hacer si recibimos una foto sexual no solicitada. Puedes encontrar el protocolo de actuación aquí.