Kate Langbroek es una presentadora australiana de televisión de la cadena HIT Network que quiso tener un nuevo comienzo. Tras decidir tomarse un año sabático con su familia, decidió mudarse a Italia a una casa de 800 años de antigüedad en el corazón de Boloña junto con su marido Peter Lewis y sus cuatro hijos, Lewis, Sunday, Artie y Jan.
Todo parecía normal hasta que Kate recibió de visita a una amiga con la que quiso sacarse una selfie de recuerdo en medio de su ancestral living pero el resultado llamó su atención: en el espejo que se encontraba detrás de ellas apareció una extraña figura blanca que la presentadora jura que no estaba allí.
Lejos de quedarse tranquila, la periodista publicó la fotografía con un mensaje de explicación: "Las personas que están siguiendo el traslado de nuestra familia a Italia saben de nuestra espera para mudarnos a nuestro departamento de Bolonia", publicó en su cuenta de Instagram y añadió: "Está en un antiguo palacio... algunos de ellos construidos en el siglo XIV, y hay tres espejos gigantes en el salón, aparentemente del siglo XVIII. Muchos años. Le dije a Tash: 'Siempre pienso que si me doy la vuelta muy rápido, podré ver el pasado en este espejo", admitió. al contar la conversación que mantuvo con su amistad.
El texto continúa explicando que al hablar sobre la casa con su amiga, decidió sacarse una selfie con ella a ver si aparecía algo como lo que se muestra imagen. "Miren por encima de mi cabeza. ¿Qué es eso? Espero que si esa aparición blanca es un fantasma, al menos ayude para que finalmente podamos mudarnos", expresó. La fotografía rápidamente se volvió viral y algunos de los conocidos de Kate preguntaron si era una más de sus bromas, mientras que los seguidores de la presentadora le pidieron preocupados que se mudara de aquella residencia lo antes posible.