Cuando cumplió 25 años, la vida sonreía a Brie Duval. La joven australiana se acababa de mudar a Canadá, tenía el trabajo de sus sueños y llevaba cuatro años con el chico más maravilloso del mundo. Pero una tarde de agosto, todo se derrumbó. Durante una salida nocturna con unos amigos, sufrió una aparatosa caída que la dejó en coma. Una de las paredes del parking en la que se encontraba con sus compañeros estaba en construcción y la australiana no tenía idea que detrás de aquel pequeño muro no había nada. Estaba oscuro y no había señales que indicaran lo peligroso que era el lugar. Ella se asomó, no vio que el suelo estaba diez metros más abajo, perdió el equilibrio y cayó al vacío. Chocó contra el pavimento, se partió el cráneo y sufrió una lesión cerebral.
Brie fue trasladada de urgencia en avión al hospital más cercano e ingresó en la UCI, cuenta The Mirror. Permaneció en coma durante cuatro semanas y los médicos le dijeron a su madre que solo había un 10 por ciento de posibilidades de que saliera adelante. Afortunadamente, se equivocaron. Cuando finalmente Brie despertó, experimentó algo de amnesia, pero una vez que comenzó a colocar todas las piezas en su lugar pudo recordar muchas cosas de su vida y le devolvieron su teléfono. Pero fue en ese momento cuando se dio cuenta de que su novio de cuatro años la había engañado, la bloqueó en las redes sociales y empezó una relación con otra mujer. "Lo primero que pensé al despertar fue llamarle y preguntar qué le había pasado porque no me había ido a ver. Y, al encender el teléfono, veo un mensaje de su nueva chica diciendo que mi novio se había mudado con ella y que no intentara contactar con él", cuenta triste.
Brie tampoco contó con el apoyo de sus padres. "Le dijeron a mi madre que sólo tenía un 10 por ciento de posibilidades de sobrevivir y que debía viajar a Canadá porque las cosas no pintaban bien", recuerda. "Esto fue en el pico del Covid, cuando en Australia no se permitía salir o entrar del país. Mi mamá y mi papá pidieron un permiso especial para tomar un avión y poder despedirse de mí, pero no se lo concedieron", cuenta. Fue entonces cuando los padres se negaron a que se le desconectara la máquina que mantenía con vida a su hija a pesar de la baja probabilidad de recuperación.
Esta experiencia le ha hecho darse cuenta a Brie del gran apoyo familiar que tiene y ha decidido volver a Australia. "Luché mucho, tuve una experiencia cercana a la muerte. Estaba confundida, tenía miedo y literalmente lloraba todos los días. Definitivamente fue algo que nunca quiero volver a vivir. No quiero separarme de mi familia otra vez", cuenta.
Brie estuvo en el hospital un total de cinco meses mientras se recuperaba del accidente y, aunque no tenía a sus padres junto a su cama, afortunadamente su mejor amigo Sam viajaba ocho horas todos los fines de semana para verla. Todavía en recuperación, la joven se ha abierto una cuenta en TikTok para contar su terrible experiencia.