Estaba dentro de la 'Generación Like'. Según él todo lo tenía centrado en torno a Instagram y sus redes. Vivía por y para ellas hasta que ha decidido decir basta. Tom Holland se ha alejado del mundo de los seguidores y de los 'Me gustas' para darse un descanso. Al menos, temporalmente. No es al primero que esto le pasa. A él como a otros muchos, las redes le han terminado sobrepasando.
¿Cuántos me gustas tendré en esta foto? ¿Qué piensa la gente de mi última publicación? ¿He ganado seguidores respecto a la última semana? Son algunas de las preguntas-obsesiones que se habían instalado en la cabeza de Holland en los últimos tiempos. Tanto es así que él mismo llegó a confesar que: "me estaba obsesionando con ello". El actor tenía más presente Instagram que el mundo real y cuando ha sido consciente de ese nivel de adicción ha puesto distancia de por medio.
No se ha borrado todavía la cuenta, pero sí que se la ha quitado del móvil. Cuanto menos la tenga cerca, menos tentaciones tendrá de consultarla. Y es que confía, tal como ha dicho en la gira de promo de la película 'Onward', en que no le será muy difícil recuperar las riendas de su vida y que estas vacaciones de Instagram le vendrán muy bien para ganar más tiempo o, por lo menos, para estar más relajadito.
No es el primero que se decide por borrar Instagram de su móvil. Cada vez son más los que toman esta determinación cuando ven que el stalkeo se está yendo de las manos. Tener la tentación cerca quita tiempo para todo. Y... ¿cuánto tiempo malgastamos? Es pensarlo y echarnos las manos a la cabeza por esa necesidad que nos hemos creado de tener que estar enterados de todo.
Sí, Instagram al igual que otras redes nos generan una extraña dependencia y el día que olvidamos el móvil o nos quedamos sin batería tenemos hasta un poquito de síndrome de abstinencia porque, ¿qué voy a ir haciendo yo por el camino hasta casa si no veo y repaso el tablón de todos?
Pues la respuesta es muchas cosas. Desde leer, pensar, mirar las caras a los otros o, simplemente relajarse escuchando música. La vida se vive más allá de una pantalla con fotos. Y recibir la aprobación social no tiene nada de malo salvo cuando se nos escapa el control de todo. Por eso hay cada vez más personas que optan por darse unos días sin Instagram y ver qué pasa en ese tiempo.
¿Nos perdemos algo en concreto?¿Nuestra autoestima depende de ver nuevos 'likes'? Si es así, es bueno desconectar de vez en cuando las notificaciones de Instagram o hacer un borrado de la aplicación, tal como ha hecho Tom Holland. Eso es algo liberador. No tener que contestar todo lo que te llegue, ver cómo aumenta el número de mensajes privados de gente que quiere contactar contigo. Y, lo más importante: descansar también de las publicaciones de los demás.
Tener claro que Instagram es una diversión es el principio de todo. Que no pasa nada si no te apetece publicar un día nada y que no hay que ponerse metas inalcanzables ni obligarse a hacer cosas todo el rato. Las vacaciones de las redes son necesarias y a veces nos vienen tan bien como cuando desconectamos en la misma playa.