Por cómo está concebida la sociedad occidental en la que vivimos, el camino lógico de una persona es 1) encontrar pareja, 2) casarse y ya 3) formar una familia. Esta sucesión de acontecimientos están tan arraigada que son muchas las mujeres, sobre todo, que sienten presión por no cumplir estas expectativas sociales, y casi está bien visto decirles que tienen que echarse novio pronto o se les pasará el arroz. Muy bonito.
Menos mal que las cosas están cambiando. En tan solo unas décadas hemos podido ver cómo, por ejemplo, el divorcio se legalizaba, la homosexualidad se despenalizaba y dejaba de ser calificada de enfermedad, la transexualidad se normalizaba, y también el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La familia tradicional formada por un padre, una madre y uno o varios hijos no dejará de existir. Pero con todos estos cambios se ha conseguido que los modelos de familia cambien. Desde la monoparental, aquella familia formada por un solo adulto, madre o padre, hasta familias en las que dos padres gays o dos madres lesbianas deciden tener descendencia.
Tal y como cuentan en Marie Claire, Sarah y Kae no son una pareja, sino mejores amigas. Se conocen desde le primer año de universidad, donde compartieron habitación en una residencia de estudiantes. Hace unos años decidieron que querían hacer algo para ayudar a otros, y se registraron como 'madres de acogida'. Poco después llegó su primera hija. Y ahora, viendo que las cosas estaban yendo tan bien, quisieron aumentar la familia y adoptar a un segundo niño.
Sarah y Kae no solo han cumplido un sueño juntas. También han conseguido ser amparadas por la ley. Un tribunal canadiense les concedió la igualdad de derechos nombrándolas 'padres (madres) platónicas', un concepto bastante chulo. Ahora, las dos amigas y sus dos hijos son reconocidas legalmente como una familia.
Cuando ya se empezaba a normalizar que una mujer soltera decidiera tener un hijo sin necesidad de un marido, ahora parece que estamos dando un paso más: dos mujeres que no tienen una relación amorosa pero desean formar una familia podrán convertirse (al menos en Canadá) en madres platónicas.