No está bien lanzarle cosas a tus hijos, por supuesto, pero... ya sea por lo absurdo que es este reto o porque en el fondo nos hacen mucha gracia las cosas que tienen un puntito malicioso, es ver a esos pobres bebés con un tranchetazo encima y... ¡que no podemos evitar reírnos!
Podéis juzgarnos, pero que conste que nosotros no le hemos lanzado un tranchete a nadie. ¡Todavía! Por ahora solo nos hemos visto unos cuantos vídeos recopilatorios del Cheesed Challenge y nos hemos quedado pegados a la pantalla viendo las caras de incomprensión de los pobres bebés. ¡Y los no tan bebés!
La gracia está en que el tranchete, como es así como grasiento, se te queda pegado a la cara. No hace daño, porque los tranchetes son blanditos, así que los niños no van a correr ningún peligro. El daño, más que físico, es moral, porque estás mostrando a tu hijo con cara de tonto al mundo entero.
Hay quien se lo ha tomado fatal y ve en este reto una humillación innecesaria a unos seres inocentes como los bebés, pero la mayoría se lo ha tomado con bastante buen humor.
El reto empezó hace menos de una semana cuando se publicó un vídeo en el que podía verse a un niño lanzando una loncha de queso a su hermano pequeño. Este vídeo se publicó en Twitter y tuvo tanta repercusión (de la buena y de la mala) que el tuit ha sido borrado.
Sin embargo, suficiente gente lo vio y empezó a copiar la bromita. Sea de buen o de mal gusto, lo cierto es que en internet siempre se ponen de moda las cosas más idiotas, como el 'Bird Box Challenge', que consistía en hacer cosas cotidianas con los ojos cerrados, como en la película que da nombre al reto, y que hizo que algunas personas vieran muy divertido conducir con los ojos cerrados y tuvieran accidentes.
Que estamos todos un poquito p'allá es un hecho, virales como el Cheesed Challenge lo demuestra. Aquí te dejamos un reto más saludable, el Koala Challenge.