Las redes sociales son un campo de batalla en el que cada día surge una nueva guerra. Una de las últimas ha sido desatada por unos polémicos tuits del pasado de varias figuras públicas como Pol Granch, Marc Seguí provocando un debate masivo en el que unos han defendido a capa y espada que lo que decimos y pensamos en la adolescencia no nos representa, mientras que otros consideran que unas disculpas públicas no son suficiente cuando los comentarios tienen tintes machistas y homófobos.
Todo comenzó cuando salieron a la luz varios tuits antiguos de los artistas Pol Granch, cantante y uno de los nuevos actores de la última temporada de 'Élite', y Marc Seguí, artista emergente. Desde tuitear la letra del 'Cara al sol', himno de la Falange Española, hasta frases como “vaya cacho de gay” en 2013, los mensajes de Pol Granch han causado gran indignación. Por su parte, Marc Seguí había publicado comentarios como “Si un tío se maquilla es maricón, a la hoguera”, “Sois todas tan putas” o “Si una tía no sabe hacer las tareas de casa no cuenta ni como mujer ni como ser humano” en 2017.
Si bien meses atrás ya se habían filtrado estos tuits publicados por ambos durante su adolescencia, la indignación que se ha vivido estos días en toda España por el asesinato de Samuel Luiz el asesinato de SamuelLuiz ha reavivado la polémica cuestionando a ambos artistas por tardar tanto en posicionarse públicamente en contra de la homofobia y sacando a relucir sus opiniones del pasado.
Ante la polémica generada, algunas figuras públicas decidieron posicionarse contra estos comentarios. Entre ellas, la rapera Sara Socas, que criticó con dureza la actitud de Pol Granch en un evento en el que ambos coincidieron afirmando no ser la única que había vivido este tipo de situaciones, y la artista Samantha Hudson, que confesaba haber coincidido en el instituto con Marc Seguí y haber sufrido un episodio de acoso homófobo.
El gran giro de guion se ha producido cuando una usuaria de Twitter ha filtrado varios tuits antiguos de la propia Samantha Hudson tachándola de misógina.
“Este es posiblemente el primer video de disculpas que hago en toda mi vida desde que tengo Instagram porque soy una persona que intenta ser consecuente y coherente con su discurso y dar una imagen de si misma lo más limpia y responsable que me sea posible”, compartía a través de los stories Instagram Hudson. “Si os metéis en Twitter seguramente veáis una serie de tuits que han salido a la luz completamente desafortunados, aberrantes, deleznables, grotescos y horribles que yo hice en 2015. En 2015 yo tenía 15 años. Quiero aclarar que no me siento para nada representada con las cosas que dije, que a día de hoy mi pensamiento ha evolucionado años luz y que para nada me siento representada con esas palabras”.
“Me acababa de abrir Twitter y me sentía la tía más guay, la más chula, la más graciosa y la más divertida por poner la grosería y el improperio más grande que se me viniera a la cabeza y llamar la atención en las redes sociales”, relataba dejando claro que ni en aquel preciso momento se sentía identificada con ese tipo de comentarios que realizó bajo el paraguas del humor negro y, por supuesto, en la actualidad todavía menos.
Ella no ha sido la única en disculparse. Pol Granch y Marc Seguí también pidieron perdón públicamente por sus tuits del pasado. “La edad no es excusa para justificar el herir los sentimientos de otro ser humano y por esta razón hoy quiero pedir disculpas y mostrar mi arrepentimiento a todo aquel al que haya herido con los comentarios de un chaval inconsciente”, compartía Granch en un comunicado.
Por su parte, Seguí se lamentaba tras compararle con los agresores de Samuel Luiz. "Que me comparen con esos monstruos es algo que está acabando conmigo", confesaba en su Instagram. "Obviamente no quiero formar parte del bando opresor, todo lo contario. Quiero aprender, quiero agradecer, quiero compartir y sobre todo quiero hacer de cualquier sitio en el que yo esté presente un lugar seguro para cualquier personal del colectivo y sé que aún me queda mucho para hacerlo bien, pero de verdad que quiero hacerlo".
Lo sucedido durante esta semana en redes deja claro que lo que pensamos a los 15 años, incluso a los 18, no nos tiene por qué representar a lo largo de nuestra vida. Al fin y al cabo, en la adolescencia empezamos a formar una opinión del mundo que nos rodea, estando muy sujetos a las influencias de nuestro entorno.
Nuestra familia, nuestro grupo de amigos o nuestros profesores pueden torcer la balanza de un extremo a otro, y en este proceso de construcción de nuestra ideología también juega un papel importante la opresión que sufrimos. El hecho de ser víctima de homofobia o sexismo en ocasiones provoca que reacciones aliándonos con el opresor y perpetuando un discurso totalmente discriminatorio.
Pero, ¿cuándo se produce este drástico cambio de opinión? Crecemos, conocemos a personas que cambian nuestros esquemas y poco a poco evolucionamos. Esto puede suceder a los 18 años, cuando cambiamos de ambiente al pasar a la universidad, con 25 años, cuando comenzamos a trabajar y creamos un grupo social más sólido, o con 40 años, cuando nos damos cuenta de que nuestras creencias se asentaban sobre pilares de papel mojado.
Pero ojo, porque esto no significa que podamos justificar o quitar importancia a cualquier opinión con el argumento de que “todos tenemos derecho a cambiar de opinión”. La información con la que cuenta una persona tiene un gran peso y es obvio que el activismo feminista y LGTBIQ+ no era igual hace 5 años que hoy en día, especialmente en redes sociales.
También entra en juego la forma en la que reconocen esos errores del pasado. Una cosa es pedir perdón sinceramente porque tus opiniones o comentarios eran discriminatorios y repulsivos, y otra disculparte “por si alguien se ha ofendido”, situando la responsabilidad en los demás, como si fuesen exagerados por señalar tu machismo, tu racismo, tu homofobia o tu transfobia.