Nadie duda de que Ana Rujas, la creadora de ‘Cardo’ junto a Claudia Costafreda, se ha convertido en uno de los nombres a seguir en el panorama de guionistas y realizadoras españolas. En el plano sentimental, la pareja que forma con Sen Serra, su novio, es una de las que más está dando que hablar en las últimas semanas. Son guapos, exitosos, y se muestran encantados de haberse conocido en Instagram, el principal feudo de la notoriedad digital. Muestra tu cara, la foto de un aguacate o el momento más álgido de tu felicidad y tendrás garantizada una explosión de likes.
Hace algunas semanas, Rujas confirmó su relación con una fotografía en su cuenta de Instagram, y desde entonces, todo el mundo quiere saber más de esta pareja tan bien avenida que marca tendencia. ¿Quién es el tipo que ha conquistado el corazón de esta actriz de raza? Te lo contamos.
Basten unos pocos datos para ubicar a la nueva pareja de Rujas, que ha pasado felizmente página desde que saliera con el actor Ricardo Gómez (Carlitos, en la serie ‘Cuéntame’). Su nombre real es Christian Serra y nació en Presqueiras (Pontevedra) hace 26 años, aunque su infancia la pasó en Vigo, y ya en el instituto encontró su primera gran compañera para las tardes solitarias: una stratocaster que sus padres le regalaron para que ocupara el tiempo en algo que le llenara de verdad. “Un regalo caído del cielo”, sentencia. “De las de toda la vida”. Pleno acierto.
Su primera educación sentimental y adolescencia las pasó enrolándose en pequeñas bandas de Galicia y tocando en garajes y locales de ensayo, puliendo así el estilo que lo iba a definir años más tarde. Entre sus influencias, mucho de noise, de garaje punk y el inevitable giro al trap y a la música urbana, detalles distintivos que ahora forman parte de su estilo musical. Le separan seis años de Rujas, que tiene ahora mismo 32 primaveras.
Su nombre ha empezado a sonar de verdad en 2019, pre annús horribilis al Covid, con la publicación de su primer disco ‘Sensaciones’. Es Justo cuando la mitad de la humanidad andaba confinada y arrancándose el pelo o las uñas, el músico veía cómo la bola de su éxito empezaba a rodar, engordar y hacerse más grande, hasta el punto de que, en este momento, Sen Serra es uno de los nombres impresindibles del panorama indie y la música urbana en España.
En pocos días está prevista la salida de su tercer álbum, ‘Corazón Cromado’, que cuenta con una colaboración especial; una que probablemente eleve su disco a los primeros puestos de las listas. El álbum contiene una colaboración con C Tangana. Nos morimos por escucharla, y sus fans, también. Será, con toda seguridad, la confirmación de que estamos ante un nombre que se quedará.
No chasquea los dedos, como si el hecho de sonar en todas las quinielas de los mejores músicos fuera un regalo caído del cielo. Es consciente de que es su momento y debe exprimirlo, pero lo hace con distancia y dándole la importancia justa. “Me enfrento a todo esto cada día con más ganas. Le dedico toda el alma”, explica en una entrevista de Fernando Navarro en El País. “Desde pequeño tenía expectativas de crecer. No quería que la música fuera solo un pasatiempo. Me metí con un objetivo, sabiendo que me querría dedicar a ella toda la vida”.
Paradojas tiene la vida, como la que vivió Ana Rujas con su pareja el día que decidieron hacer público lo suyo en Instagram. La foto publicada coincidió con el 14 de febrero, San Valentín, un gesto de lo más bonito con el que la actriz admitía lo feliz que está con su nuevo novio. Paradojas de la vida, una vez más: fue el mismo día que Ana Guerra confirmaba para sus fans y para el mundo que estaba saliendo con Víctor Elías. Queda probado lo bien que se ha recuperado la actriz de su ruptura con Ricardo Gómez, con el que se sigue llevando estupendamente, o eso dicen.
El carrusel de fotos de la nueva pareja no dejaba lugar a muchas dudas. Rujas tituló a su serie de instantáneas, por si queríamos más indicios de la felicidad que le atraviesa. Los dos estaban de escapada en Oporto, y se fotografiaron en todos los clásicos de la ciudad. La foto que más llamó la atención fue la que se hicieron en el baño del hotel, pero hubo otras en las que pudimos ver a la actriz más feliz que una perdiz, sea en el teleférico o en los rincones típicos de la ciudad.