El pasado viernes, la influencer rusa Ekaterina Didenko celebró su 29 cumpleaños con su marido y amigos en un complejo de piscinas termales en Moscú. Hasta ahí, todo ideal: fotos con globos de color dorado, vídeos chapoteando en un entorno precioso y una tarta monísima, de las que te da pena hasta comértela.
El problema es que el cumpleaños acabó en tragedia. Según explica la prensa local, entre los invitados y Didenko decidieron tirar en la piscina varias decenas de kilos de hielo seco, como el que se usa en los cócteles para crear el efecto del humo, y eso acabó con la vida de tres de los invitados, entre ellos el marido de la chica. Pero, ¿qué es exactamente este hielo y cómo puede llegar a ser mortal?
Como buen cumpleaños de influencer, la tragedia está grabada al detalle desde decenas de ángulos. En uno de los vídeos se ve cómo los invitados, vestidos con trajes protectores y máscaras de laboratorio, empiezan a verter el hielo seco en el agua. Después, todos saltaron a la piscina, y poco después comenzaron los desmayos.
¿El problema? El hielo seco crea una especie de niebla sobre la superficie en que se vuelca. Cuando entró en contacto con el agua se derritió e inundó la piscina en dióxido de carbono, que puede resultar mortal si no hay buena ventilación. Los invitados se ahogaron y siete de las casi veinte personas que estaban en el cumpleaños sufrieron quemaduras e intoxicaciones.
De entre los heridos, cuatro se están recuperando: los otros tres fallecieron a causa de un edema pulmonar. Según las agencias de noticias, se trata de Natasha Monakova y Yura Alferov, de 25 años, y de Valya, el marido de Ekaterina, con 32 años. Los dos primeros murieron en el acto, mientras que Valya lo hizo poco después, en el hospital.
Según la prensa rusa, el Comité de Investigación del país ha abierto un caso para determinar si es un caso penal de muerte por negligencia. Mientras tanto, la influencer ha bloqueado los comentarios de sus últimas fotos, donde estaba siendo objeto de ataques.
Como ya hemos dicho, el hielo seco es dióxido de carbono en estado sólido, congelado a una presión atmosférica de -78,5 °C. Básicamente, se acumula dióxido de carbono en máquinas y luego se compacta. Cuando “se derrite” pasa a estado gaseoso, sin dejar humedad: de ahí el nombre. El hielo seco se obtiene como resultado de otros productos industriales, y es muy útil para conservar productos sensibles a la humedad, ya que la reduce. Además, tiene acción antimicrobiana (desinfecta el ambiente) y refrigera casi el doble que el hielo normal.
Hablamos de un compuesto muy utilizado, que fue descubierto a principios del XIX, pero no se empezó a comercializar hasta principios del XX para los extintores. Hoy en día, se utiliza tanto en investigación científica, para conservar órganos y productos biológicos a bajas temperaturas, como en hostelería, especialmente en la alta cocina, para crear nuevos platos y cócteles a bajas temperaturas. También se usa en informática, en agricultura, en obras de construcción… básicamente en casi cualquier entorno para el que necesites mantener algo a baja temperatura o reducir la humedad en el ambiente.
El problema está en que, cuando el hielo seco se derrite, pasa a un estado gaseoso estéril (en un proceso que se llama sublimación), y en ambientes cerrados puede ser mortal. Como es incoloro e inoloro, es imposible alarmarse antes del desmayo. El dióxido de carbono puede causar quemaduras e intoxicaciones mortales. Por eso, conviene manipularlo evitando su contacto con los ojos y la piel, no almacenarlo en recipientes herméticos, emplearlo en locales bien ventilados y no depositarlo en suelos cerámicos. Y, por supuesto, no ingerirlo.
Hay muchísimos tutoriales en Internet para aprender a hacer hielo seco, aunque si no se tiene conocimientos de química, quizás lo mejor sea dejarlo a los profesionales y comprarlo compactado. Hay muchísimas empresas que se encargan de comercializarlo, tanto a particulares como a empresas, como Hielos Los Andes, que es una de las empresas favoritas de los restaurantes de alta cocina.