¿Estás aburrido y no sabes lo que hacer? Traemos la solución a tus problemas, porque te vamos a decir cómo convertir un huevo que tengas por casa en una pelota bien blandita. Parece imposible, ¿verdad? Que sí, que no nos hemos vuelto locos, que se puede. Apunta: vinagre, cola, dos huevos y dos recipientes de plástico. ¿Lo tienes todo? Pues ale, ¡manos a la obra!
La cáscara de huevo está formada por carbonato de calcio, que reacciona ante el ácido acético (presente en algunos alimentos) disolviéndose. Se produce como una especie de sal (que es el acetato de calcio) que se va al fondo del recipiente y dióxido de carbono, que es un gas que se puede ver en forma de burbujitas en la parte superior del vinagre o de la Cola. Una vez que el ácido deshace la cáscara, el líquido entra para igualar la presión interior con la del líquido que envuelve al huevo. Es por eso que veremos que el huevo se infla y se vuelve elástico como una pelota.
Dicen las malas lenguas que se puede convertir un huevo en una pelota con vinagre o con refresco de cola. En la redacción de Yasss lo hemos querido comprobar para ver si era cierto y hemos puesto a prueba el experimento: hemos sumergido un huevo en vinagre y otro en cola para ver lo que pasaba. ¿Qué crees que ha podido pasar? Ya lo puedes comprobar tú mismo haciendo click en el vídeo de arriba. ¿Te animas tú también a hacerlo? ¡Escríbenos tu experiencia en comentarios, que te leemos!