Malas noticias en el mundo de la música y la interpretación en Japón. Se ha dado a conocer en los últimos días la información de que Sayaka Kanda, famosa cantante de J-pop y actriz, murió el pasado 18 de diciembre. Alcanzó la fama mundial tras ser elegida como actriz de doblaje para poner voz a Anna, la hermana pequeña de Elsa en la famosa saga de Disney 'Frozen', en su versión japonesa.
Su cuerpo sin vida fue hallado en el hotel en el que se hospedaba, en la ciudad de Sapporo. Allí estaba pasando una temporada mientras ensayaba para su próximo trabajo dando vida al personaje de Eliza Dolittle en el musical 'My fair Lady', según transmitieron varios medios japoneses. Al parecer, cayó o se precipitó desde la ventana de su habitación, en el 14º piso del edificio.
Se investigan las causas de la muerte, aunque todo apunta a que podría haberse tratado de un suicidio. No es la primera vez que se relaciona la fuerte presión que existe en el mundo de la música comercial en países como Japón o Corea del Sur y el suicidio de un artista, como ocurrió hace dos años con Sulli, cantante de K-pop que falleció a los 25 años.
Si se llegase a confirmar el suicidio se reabriría el debate público sobre el poco cuidado de la salud mental de los artistas en esta cultura. En los últimos cinco años se han confirmado cinco suicidios entre artistas ídolos de masas japoneses y coreanos.
La carrera de Kanda podía calificarse de exitosa, sobre todo después de ser elegida por Disney para doblar al personaje de Anna en la saga 'Frozen'. Pero, además, esta cantante era hija de un actor y una cantante muy consagrados en Japón, por lo que toda su familia era conocida y admirada.
No se han dado a conocer más detalles sobre su muerte, ocurrida el pasado 18 de diciembre. Solo se ha sabido que unas horas antes de hallarse su cuerpo sin vida, la actriz envió un mensaje a sus compañeros de teatro para avisar de que no se encontraba bien.
Comenzó su carrera artística en 1999 y en 2001 formó parte del elenco de actores de 'Bean Cake', un cortometraje que ganó la Palma de Oro en Cannes en 2001. Años después probó suerte en la música, editando su primer disco en 2005 y formando parte del dúo musical Trustrick.