Mucha gente ha querido salir a la calle a manifestarse, un joven de 24 años que perdió la vida el pasado fin de semana a las puertas de un pub en Riazor (A Coruña) porque un grupo de jóvenes le dio una paliza. Según han contado sus amigas, testigos de lo ocurrido, el hombre que comenzó a golpear a Samuel le había dicho justo antes de propinarle el primer puñetazo: "O paras de grabar o te mato, maricón". Y, más tarde, sus amigas contaron que mientras ese grupo golpeaban al joven, le gritaban: "Maricón de mierda".
Tras escuchar el testimonio de sus amigas, muchos lo han visto claro al instante y piensan que el asesinato de Samuel es un crimen homófobo que debería incluirse dentro de la lista de "delitos de odio". En un primer momento, las redes se llenaron de mensajes que pedían #JusticiaParaSamuel y fueron muchos los famosos que se unieron al movimiento para conseguir que los asesinos del joven coruñés no salieran impunes, como Aitana Ocaña, Ester Expósito, Úrsula Corberó, Miguel Bernardeau o Marina Riverss.
Además, Luis Cepeda, también ha querido posicionarse y compartir su enfadado por las cargas policiales que han denunciado muchos manifestantes que acudieron a las calles del centro de Madrid para protestar por el asesinato de Samuel.
"España es el país donde te apalean si sales a manifestarte porque han matado a un chico apaleado. Todo bien", ha escrito el cantante en Twitter, donde acumula casi 300.000 seguidores y donde acostumbra a ser muy sincero y a mojarse sobre sus opiniones. Un mensaje con el que deja muy claro que no está nada de acuerdo con que la policía cargue contra los manifestantes que han acudido a la Puerta del Sol o a Callao para decir que ya basta, que ningún joven LGTBI debería tener miedo al salir a la calle y que Samuel merece que se haga justicia.
Muchos fans de Cepeda han aplaudido sus palabras y le han agradecido que se posicione, además de sumarse a su crítica y es que no han sido pocos los manifestantes que han contado cómo la policía se ha propasado con ellos y también se han difundido muchos vídeos donde se ve a varios agentes golpear a la gente que estaba en la protesta. Golpes, ataques de ansiedad y miedo es lo que muchos relatan haber vivido en la manifestación de Madrid tras la llegada de la Policía Nacional para dispersar a los manifestantes.
No solo ha habido manifestantes que han alzado la voz en Twitter para denunciar lo ocurrido, sino que también lo han hecho fotógrafos como Olmo Calvo, que se encontraba en el centro de Madrid y que recibió "porrazos", como otros compañeros de prensa y manifestantes que estaban protestando de manera pacífica: "La Policía Nacional golpeó injustificadamente a manifestantes y prensa".
La portavoz del Gobierno de España, María Jesús Montero, ha hablado sobre las denuncias que han hecho decenas de manifestantes en las redes sociales y ha apoyado la labor de la policía en nombre del Ejecutivo: "El Gobierno respalda las actuaciones de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad en el restablecimiento del orden que se hubiera visto alterado [...] Tenemos que restaurar el orden establecido si al final de una convocatoria de este tipo hay incidentes que pueden ir a más".
María Jesús Montero también ha dicho que la mayor parte de las personas que acudieron a las protestas "se manifestaron de forma pacífica" y se ha pronunciado sobre aquellas personas o formaciones políticas que alimentan al odio hacia el colectivo LGTBI desde sus tribunas y sus espacios de poder: "Mientras que haya personas o formaciones políticas que promuevan o promocionen el odio o la exclusión o la xenofobia o la homofobia, evidentemente el trabajo de toda la sociedad será arduo".
El asesinato de Samuel ha hecho que muchos jóvenes LGTBI hayan decidido contar a través de las redes sociales agresiones homófobas que han sufrido en el pasado. Como Marc, un joven que tuvo "miedo" de salir a la calle en el verano en el que tenía 13 años porque otros chavales le querían pegar por su ser gay; o como Adri, al que la policía le dijo que "no podía hacer nada" después de que un grupo de chicos y chicas le rodeasen y le hicieran una gran herida en el labio.