La crisis del coronavirus ha hecho que muchos de nosotros nos replanteemos nuestro estilo de vida, nuestro trabajo y si somos o no verdaderamente felices con lo que hacemos. Ver como de la noche a la mañana miles de personas morían en nuestro país por culpa del fatídico virus ha tenido todo tipo de consecuencias: desde los que se han mudado a un piso con terraza a los que han empezado a desarrollar síntomas de estrés post-traumático.
Si a ti, a lo mejor, se te ha pasado por la cabeza dejarlo todo y empezar de cero en un lugar tranquilo, rodeado de naturaleza y alejado del ajetreo de la gran ciudad, uno de los destinos que tendrías que tener en cuenta es la Isla de Rùm, al noroeste en las Tierras Altas de Escocia.
Y es que esta isla, situada al sur de Skye, está pidiendo a los ciudadanos de todo el mundo que se muden allí, ya que está a punto de quedarse desierta con menos de 30 habitantes en estos momentos, ninguno de ellos son ciudadanos autóctonos.
A pesar de ser un lugar idílico, repleto de montañas, mar y castillos escoceses, la isla se ha convertido prácticamente en un lugar de vacaciones. Son muchos los que deciden pasar allí cortas temporadas para desconectar y disfrutar de la naturaleza, para después volver a sus residencias habituales en el interior de Escocia.
Con el auge del teletrabajo por la pandemia del coronavirus, son muchas las personas que se están replanteando alejarse de las grandes ciudades y volver a los pueblos, desde los que ahora se puede trabajar sin ningún problema. Lo mismo ocurriría si te mudaras a esta isla, ya que cuenta con lo único que necesitarías para desempeñar tu trabajo desde casa: banda ancha de alta calidad en todas las viviendas.
No obstante, si esta no es tu situación y lo que necesitarías sería encontrar allí un trabajo, aunque parezca mentira, la oferta en la isla es bastante alta. Se buscan desde personas que trabajen en piscifactorías hasta aquellas que quieran emplearse en los sectores de turismo y educación. También hay trabajo para aquellos que quieran dedicarse a la agricultura o al mantenimiento de viviendas.
Y es que, aunque en la isla vivan menos de 30 personas, la calidad de vida en esta es muy buena, ya que cuenta con una guardería (a la que va un solo niño) y un colegio con dos alumnos que están cursando primaria. Es por esto, que se dará prioridad a familias con niños para así poder llenar las plazas del colegio, para el cual se necesitarán, también, más profesores.
Pero… si de repente empieza a mudarse mucha gente a la isla, ¿hay casas para todos? Pues sí, desde el pasado mes de junio están disponibles las viviendas eco-friendly de última generación que se han estado construyendo durante estos meses a las afueras de Kinloch. Además, los alquileres de los futuros residentes de estas casas serán muy asequibles, nada que ver con lo que te cuesta en estos momentos un pisito de cincuenta metros cuadrados en el centro de Barcelona o Madrid.