El IVA reducido de los productos para la regla se ha quedado fuera de la reforma de la ley del aborto que aprobó este martes el Gobierno en Consejo de Ministros. Los posibles desencuentros entre el Ministerio de Igualdad y Hacienda a este respecto han desbaratado, de momento, esta opción a pesar de que el coste es de 30 millones. "Las cuestiones de índole tributario deben ser abordadas de otra manera y en otro contexto, no en una ley que es de avance de derechos y va mejorar la vida laboral de muchas mujeres”, señalaba el diputado socialista Felipe Sicilia.
En 2019, dentro del pacto de legislatura, Pedro Sánchez y Pablo Iglesias firmaron una bajada del actual 10% de IVA de compresas, tampones y copas menstruales al superreducido del 4%, porcentaje impositivo que tienen algunos productos de primera necesidad. La ministra de Igualdad, Irene Montero, no dudó en mostrarse muy decepcionada por no haber podido sacar adelante esta medida: "Con el sobrecoste de las obras de la M-30 se hubiesen pagado 69 años de una reducción a IVA superreducido de los productos de higiene menstrual". Según su ministerio, el 22% de las mujeres no puede elegir ese tipo de productos de higiene menstrual porque no puede pagarlos.
Pero, ¿qué IVA aplican otros países europeos a estos productos de higiene menstrual? La UE permite que las compresas o los tamponen puedan estar exentos de IVA. La mitad de los países miembros de la UE mantienen el IVA de las compresas y tampones bajo el tipo general, en el que se encuentran productos de lujo como las joyas; o el vino, la cerveza y el tabaco. En 10 de esos países esta tasa supera el 20%: Hungría, con su 27%; o Croacia, Suecia y Dinamarca, con un 25%. Solo hay dos países en Europa que han eliminado este tipo de impuestos: Irlanda y Reino Unido.
Por debajo del 10% que aplica España están Eslovenia (9.5%), Estonia (9%), Polonia (8%), Bélgica (6%), Holanda (6%), Portugal (6%), Francia (5.5%) y Chipre (5%).
Lo que sí ha conseguido esta nueva ley es que estos productos menstruales comiencen a repartirse gratuitamente en los centros educativos, en los que ofrecen servicios sociales para mujeres en riesgo de exclusión y en las prisiones.