Le conocimos de camino en el coche con su madre. Iba a su primera fiesta cargado de miedos e inseguridades. Un complejo que era un problema para él: su aparato de dientes y la actitud resolutiva que adoptaba su madre para quitarle hierro al asunto. "Haz una cosa, intenta no reírte mucho" le decía esta y en ese justo momento llegábamos al punto mágico de aquel anuncio.
Con toda la razón del mundo, aquel chico de pelo a un lado daba una contestación épica a su madre: "Pero, ¿cómo no me voy a reír?", decía y seguido a esto pronunciaba, no sin cierta dificultad por la ortodoncia, la famosísima frase "es una fieshta", que no se hizo viral en aquel momento porque eso pasó hace doce años.
Tras eso olvidamos muchas cosas (como por ejemplo de qué marca era aquel anuncio que era Ausonia), así como la gran lección que dio esa madre para aportar seguridad a su hijo. Él podía conseguir a la chica que quisiese (Carla) con una sonrisa, aunque no fuera perfecta. La clave estaba en que fuese siempre él mismo. Pero tuvo tanto peso y gracia aquella frase con pronunciación rara que no solo nos la quedamos para nosotros, sino que a aquel chico desde entonces le bautizamos como 'el chico de la fieshta'.
Y tras esa incursión en la televisión por todo lo alto le perdimos la pista, aunque el destino que es maravilloso e Instagram más todavía han querido que ahora le encontrásemos. Resulta que aquel adolescente lleno de miedos ha dado paso a un futuro arquitecto que está terminando sus estudios en Argentina y que tiene intención de venir en febrero a España.
Ilan Cuesta ha querido salir al paso para zanjar algunos rumores. "Estoy vivo. No me he suicidado y no, nunca me hicieron bullying, sino todo lo contrario". Eso lo ha dicho porque en varios foros era lo primero que aparecía apuntado. De aquel spot grabado en Argentina y dirigido a España solo guarda buenos recuerdos nos dice, y "algunas parodias" que de vez en cuando mira en Youtube a modo nostálgico.
Pero, ¿qué es de su vida ahora? Ilan Cuesta tiene una vida alejada de los focos. Ahora mismo está de vacaciones tal como nos ha contado, pero durante el curso hinca mucho los codos entre semana. ¡El fin de semana eso ya es otra cosa! En esos dos días es cuando "toca salir de fieshta con los amigos, comer asado que es lo típico o jugar al ping pong", entre otras cosas.
También como se puede ver en el vídeo, Ilan dedica mucho tiempo a sus entrenos, al gimnasio y podemos comprobar que aquel famoso aparato de dientes de hace doce años cumplió a la perfección con su función, ¡ahora tiene una sonrisa de infarto!
Y, aunque su prioridad ahora es terminar la carrera tiene intención de una visita en febrero a España y hasta se plantea quedarse para hacer un máster. "Aquella 'fieshta' de hace doce años me fue muy bien", nos confiesa y por eso quiere volver. Podría hacer hasta una secuela de ese spot, ¿no sería una fantasía después de doce años? Eso sí, ya tiene la lección aprendida. "Yo siempre sonrío y pongo buena onda a la vida" porque tal como nos dice eso es lo que "le ha abierto siempre las puertas para todo".
Aquella famosa 'fieshta' de hace doce años parece que fue de lo más positiva.