¿Cuánto dinero gana Bad Bunny por cada concierto?

El conejo malo con más flow y buena vibra del mundo del reguetón sigue arrasando. Bad Bunny está teniendo un gran 2022 con una oferta cinematográfica que puede cambiar su carrera para siempre: hacer de "El Muerto" en la nueva película del universo SpiderMan.

Económicamente, no le va mal a un artista cuyos orígenes en el mundo de la canción fueron precisamente muy humildes, pero que ha llegado a lo más alto. Con millones de escuchas su canción ‘I Like It’ en colaboración con Cardi B y J Balvin se colocó en el número uno de Billboard Hot 100. ‘Callaita’, ‘Soy Peor’ o ‘Safaera’ son solo algunos de sus temazos. En 2020 actuó como artista invitado en la Super Bowl.

En casi todos sus conciertos cuelga el cartel de 'Sold Out'. Pero, ¿cuánto cobra Bad Bunny por concierto? Medios especializados estiman que Bad Bunny cobra entre 500.000 y un millón de dólares por cada uno de sus shows. Una suma de dinero muy importante que le encumbran como uno de los artistas mejor pagados del mundo. Y eso que para él, que comenzó trabajando de reponedor en un supermercado, el dinero no es lo más importante. No estoy pendiente de los números o de cuánto dinero estoy ganando", dijo en una entrevista a Billboard.

¿Y cuánto dinero tiene Bad Bunny? Según Celebrity Net Worth, web que calcula la fortuna de las celebridades, la cifra más reciente publicada indica que el cantante puertorriqueño tiene una fortuna calculada en 18 millones de dólares. Sin embargo, es muy posible que con su nueva gira, sus ingresos vayan a multiplicarse para este 2022.

El origen de su nombre artístico

Cuando se trata de encontrar un apodo nada mejor que la imaginación, y si no que se lo digan a Benito Antonio Martínez Ocasio, aka Bad Bunny. Para encontrar su apodo definitivo, a BB le bastó acordarse de aquella vez que hizo de conejito en una función del colegio y, sobre todo, lo mal que le sentó representar ese papel. Un conejo malo para dominarlos a todos.

Su afición por la lucha libre

Cuando era niño, Benito veía lucha libre con su padre, un gran amante de este deporte. De él sacó la pasión por la lucha, y una de las primeras cosas que hizo cuando tuvo dinero fue ir a un show de WWE, una de las competiciones de lucha profesional más duraderas y exitosas del mundo.

Su amor por este deporte no se ha apagado todavía: durante la cuarentena, que pasó con su novia en un Airbnb, no dejó de ver estos shows. Su pareja, con la que comparte una relación desde que se conocieron en un restaurante de Puerto Rico hace cinco años, es la diseñadora de joyas Gabriela Berlingeri.