La sueca Cornelia Jakobs y la serbia Konstrakta brillaron este jueves con luz propia en una segunda semifinal de Eurovisión 2022 que dejó menos sobresaltos que la primera, celebrada sólo dos días antes. Suecia, segundo en el ranking eurovisivo con seis triunfos a lo largo de la historia, aspira a igualar a Irlanda en el palmarés con la voz rota de una Cornelia Jakobs excelsa y sobresaliente en una actuación intimista y desgarradora de "Hold me closer".
Los suecos, alejados de los artificios y las grandes escenografías, apuestan este año por un medio tiempo sobre el amor caducado a través de la mirada azul penetrante de Cornelia, suficiente para cautivar a la audiencia europea con tres minutos de elegancia y fuerza. Como era de esperar, Suecia no tuvo problemas a la hora de clasificarse para la final y se mantiene como una de las cinco opciones con más posibilidades para ganar el micrófono de cristal, según las casas de apuestas.
Serbia también destacó como la 'rara avis' de esta edición. Con una puesta de escena basada en su lavado de manos, Konstraka presenta la propuesta más rompedora y diferente de 2022, un tema - "In corpore sano" - que funciona realmente como una crítica porque los cantantes y músicos de su país no cuentan con seguridad social. Uno de sus compañeros de grupo, de hecho, falleció recientemente por leucemia. La canción también menciona el sano cabello de Meghan Markle, pareja del príncipe Harry de Inglaterra. “Meghan también fue expulsada y nosotros apoyamos a los perseguidos", asegura la intérprete sobre tan curiosa mención.
Las baladas también tuvieron su cuota de suerte en esta semifinal, al igual que en la primera. La del polaco Ochman, titulada "River", pasó sin sobresaltos la criba y apunta a ser una de las posibles sorpresas de la noche. También la del azerí Nadir Rustamli, con la puesta en escena más impactante de la noche al presentar una coreografía sobre la dualidad y la lucha de fuerzas entre el solista y un bailarín, un precioso juego de miradas y cruces que explotan el mensaje de la letra.
Los espectadores y el jurado también se doblegaron ante el pop dance del grupo checo We are Domi, una de las propuestas más actuales del concurso, el tema de inspiración country del estonio Stefan y, como opción algo inesperada, la bizarra y tosca "Llámame" del rumano WRS, con influencias españolas, pasos flamencos y un número barato pero capaz de mover masas.
La apuesta rock de The Rasmus, uno de los grupos más celebrados en los 2000 con su himno "In the shadow", la máscara facial llena de joyas del australiano Sheldon Riley y el medio tiempo del belga Jérémie Makiese también han logrado la clasificación para la final. No corrieron la misma suerte la banda de rock alternativa de Georgia Circus Mircus la maltesa Emma Muscast, la irlandesa Brooke, el israelí Michael Ben David, la macedonia Andrea, la montenegrina Vladana y el ídolo itialiano Achille Lauro, que tras no ganar Sanremo se sumó a la aventura eurovisiva por San Marino. Pero ni su estética glam, la fuerza decadente de su actuación y el toro mecánico le salvaron de la quema.
Con los diez clasificados de este jueves se completa la lista de países que competirán este sábado por el micrófono de cristal. La española Chanel, que actuará en el primer bloque, ha tenido unos minutos sobre el escenario para presentar "SloMo" y para hablar con la presentadora Laura Pausini. La española ha confesado estar nerviosa y emocionada, reconoce sentirse muy apoyada y que el país ha recuperado la emoción por Eurovisión tras más de cincuenta años sin ganar.