Misterio resuelto. La ciencia ha sido capaz de determinar por qué el relleno de una galleta Oreo se queda siempre en un lado de la galleta y cómo hay que comérsela para no romperla. Un estudio que publica Physics of Fluids ha dado con ambas respuestas y explica que detrás de todo esto está la reología.
¿Y qué es la reología? Pues es la parte de la física que estudia los principios físicos que regulan el movimiento de los fluidos. O dicho de otra manera, es la rama que estudia la relación entre el esfuerzo y la deformación de los materiales que son capaces de fluir.
El Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) observó que cuando se rompían su crema, cuya textura reológica es oficialmente "blanda", tiende a pegarse siempre a un lado de la galleta. ¿Por qué ocurre siempre esto? El equipo puso las galletas en una máquina llamada 'reómetro' para medir la torsión necesaria para separarlas y cómo se distribuiría la crema. La autora principal, Crystal Owens, creía que si se giraban de forma perfecta el relleno se repartiría entre ambas superficies, pero casi siempre quedaba todo en un lado.
"Cuando era pequeña, intentaba retorcer las galletas para repartir la crema uniformemente entre las dos partes de modo que hubiera un poco en ambas mitades, lo que en mi opinión sabe mucho mejor que tener una galleta con mucha crema y otra con casi nada. Esto era difícil de hacer cuando lo intentaba manualmente", dice Crystal Owens
La explicación de por qué ocurre esto puede estar en el modo de fabricación de las galletas o cómo se orientan durante el envasado, pues las de una misma caja solían seguir la misma tendencia y variaban de una caja a otra. Es decir, que las condiciones de almacenamiento y la propia fabricación de la galleta dan la respuesta al hecho de que el relleno siempre quede solo en un lado de la galleta.
¿Y cómo se debe comer correctamente esta galleta? En internet hay diferentes tutoriales sobre esta cuestión y la más famosa sería girarlas en direcciones opuestas para que la crema quede en una de ellas y comerlas por separado. Hay quien echa mano de la leche para reblandecerla o quien la 'engulle' directamente entera.
Según este estudio, la mejor forma de separar limpiamente las galletas depende de la velocidad de rotación. "Si se giran con rapidez se necesitará más esfuerzo y más estrés para separarlas", dijo Owens, por lo que recomienda hacerlo un poco más despacio.
Aunque a España llegaron en 1995, las Oreo son un producto centenario. En 1912, un establecimiento de la localidad de Hoboken, en New Jersey (EE.UU) ponía a la venta las primeras Oreo, disponibles a granel por 30 centavos y envueltas en papel dorado. Desde hacía cuatro años existían unas galletas tipo sándwich de casi idéntica apariencia, pero la nueva fórmula barrió en ventas.
Actualmente, es la galleta más vendida del mundo con una producción anual de 40 mil millones de unidades, según datos de 2018. Desde su creación en 1912, se han vendido más de 450 mil millones de Oreo.
Su imagen también ha cambiado mucho a lo largo de las décadas. Las primeras que se pusieron a la venta sólo tenían la marca inscrita en el centro y unas sutiles líneas en los bordes. En 1924, se añadió un círculo alrededor del nombre. Y ya en 1952, un empleado de Nabisco, William A. Turnier, puso el estampado de tréboles de cuatro hojas y una antena que imita el logotipo de la empresa.
Además, son unas galletas muy adictivas. En 2013, un estudio elaborado por la Universidad de Connecticut determinó que eran tan adictivas como la cocaína. Por lo menos, en ratones.