Billie Eilish es sin lugar a dudas una de las más grandes artistas de nuestro tiempo. Con tan solo 18 años, la cantante vendió el año pasado más discos que ningún otro músico en Estados Unidos, llegó a seis mil millones de reproducciones en Spotify y en 2020 se ha convertido en la artista más joven en ganar los cinco Grammys más importantes a la vez.
Es por todo esto que no es de extrañar que la revista estadounidense GQ decidiera dedicarle su portada en los números de julio y agosto; además de concederles Billie Eilish una entrevista en el mundo de la música.
La joven lleva muchos años sacando música y, por tanto, como consecuencia de ello, bajo el foco mediático. Lidiar con la fama desde que en 2016 publicó su tema 'Ocean Eyes' no le ha resultado sencillo; es más, en muchas ocasiones ha sentido justo lo contrario, ya que los comentarios negativos le han afectado siempre demasiado. Ahora, ha encontrado la manera de disuadirlos junto a un terapeuta; pero en 2018 no era capaz de soportarlos, lo que le llevó a pensar en suicidarse. "Casi me mato a mí misma por culpa de Twitter hace un par de años, lo digo completamente en serio", confiesa la artista en la entrevista a GQ.
La cantante estadounidense estaba en una habitación de un hotel de Berlín en 2018 cuando empezó a leer en Twitter todos los comentarios negativos que estaba recibiendo. Estos mensajes de odio le llevaron a pensar en las maneras que tenía para acabar con su vida. No obstante, su madre y su hermano estaban con ella en la habitación y se percataron de que algo no estaba yendo bien, así que decidieron no dejarla sola en ningún momento y que así no pudiera hacerlo. ¿Los pensamientos desaparecieron? Sí, pero gracias a que comenzó a ir a terapia.
La cantante lleva sin estar presente en Twitter más de dos años, su actividad en Instagram ha caído en picado y aún así no puede evitar leer los comentarios negativos hacia su persona. "Termino viéndolos, porque esos fans, que en realidad me están defendiendo, repiten y responden a las críticas originales. No puedo ganar. Intenté apagar los comentarios en Instagram, pero, ya sabes, me siento igual de mal haciendo eso; no puedo apagarme completamente. Instagram pone los comentarios de los que sigues, amigos míos, en la parte superior de tu post, pero si te pasas un comentario, todo mi mundo se destruye. Me esfuerzo tanto por no leer el odio...", ha contado en la entrevista para GQ.
No obstante, y aunque resulte muchas veces complicado, la cantante intenta que estos no le afecten y entender que es normal que debido a su nivel de exposición reciba comentarios de todo tipo, tanto positivos como negativos. "Cuando llegas a cierto nivel de fama o notoriedad, no importa lo que digas o hagas, has alcanzado cierto nivel de conocimiento. Y serás superodiada. Y superamada", concluye Billie.
Cuando pensamos en la ansiedad o en la depresión muchas veces las asociamos con algo que solamente sufren los adultos y esto no es así. Es más, según GQ, Billie Eilish empezó a sufrir depresión con 13 años y estuvo luchando contra esta y la ansiedad durante toda su adolescencia. Incluso confesó que, cuando tenía 16 años, estuvo a punto de ir a terapia por su obsesión con Justin Bieber.
Estos trastornos crecieron conforme iba aumentando su repercusión y, con ella, sus seguidores en redes sociales. Es más, Billie confiesa que la constante exposición a la opinión pública y la exigencia de las redes sociales la envolvió en una angustia que estuvo a punto de costarle la vida.
Ahora, aunque le gustaría estar más activa tanto en Instagram como en Twitter, esta exposición todavía le sigue pasando factura y, aún sabiendo que a sus fans les gustaría que publicase más en sus redes, asegura que no tiene nada que publicar.