El coronavirus nos obligó a retrasar eventos en todo el mundo; sin embargo, los datos poco a poco van mejorando, España ya ha alcanzado el 70% de su población vacunada y es por eso que se están retomando algunas celebraciones como, por ejemplo las Fallas en Valencia.
Este miércoles han comenzado las fallas y tras año y medio de espera los valencianos no pueden estar más felices de por fin poder ver la plantà de los primeros monumentos, los infantiles. Estas fiestas suelen celebrarse en marzo, pero este año se llevarán a cabo de manera excepcional en septiembre y siguiendo un estricto protocolo sanitario para que no supongan un repunte de contagios en la capital valenciana.
Siguiendo todos los protocolos y cumpliendo todas las restricciones necesarias, este jueves realizará la plantá de todas las fallas, entre ellas, una de las más inclusivas que han adornado nunca las calles de Torrent, el municipio donde podrá verse: la del beso de dos falleras lesbianas.
Esta falla tenía previsto ver la luz el año pasado, pero tuvo que retrasarse por la pandemia y por fin podrá verse en Valencia hasta que sea quemada el próximo 5 de septiembre en la cremà a las 22:00 horas.
Esta falla ha generado una enorme polémica, ya que hay mucha gente que la considera una falta de respeto hacia las fallas de Valencia; lo mismo que ocurrió en 2014 con la la portada de la revista LGTBIQ+ 'EGF and the City', dirigida por Jokin Egaña, en la que aparecían dos falleras besándose. Una portada en la que se ha inspirado el artista fallero Raúl Martínez 'Chuky' para crear su monumento.
En la portada de esta revista apareció una imagen de Amparo Albiach y María Jesús Ramírez, dos falleras que en ese momento eran pareja. Para recrear la falla se volvió a pensar en ellas, pero cuando 'Chuky' se puso en contacto con ellas le informaron de que ya no estaban juntas; así que apostó por otras falleras abiertamente lesbianas Mireia Estellés y Samantha Barrachina, casadas desde 2019. Ellas son quienes le han puesto cara a este reivindicativo monumento que ha generado todo tipo de opiniones al respecto.
'T’ho veus?' (¿Te lo ves?), es el lema de esta reivindicativa falla con el que pretende hacer una reflexión sobre colectivos invisibles y mandar un mensaje de implicación y responsabilidad social. Además, este monumento llega en un momento en el que las agresiones a personas del colectivo LGTBIQ+ han sido, por desgracia, bastante frecuentes en los últimos meses.
Esta falla va a hacer historia, a pesar de que no es excesivamente grande o alta (mide unos 8 metros), pero el mensaje que transmite con ella su creador de diversidad es realmente lo más importante del monumento que no ha pasado en absoluto desapercibido.
Y es que con esta falla, su creador lo que pretende es reflexionar sobre por qué ciertos colectivos no aparecen en medios, en las revistas o en la Fallas, "cuando siempre decimos que son un reflejo 100 % fiel de la sociedad".