Su vida fue salvada por los profesionales sanitarios, que llevan años atendiéndole para que Aleixo, hoy, pueda reconocer que creía que no llegaría vivo a los veinte años. Pero lo que le ha ayudado a lidiar con todos los problemas de salud que aparecieron tras el accidente que sufrió a los ocho años de edad, según él mismo reconoce, ha sido la música. Aleixo Paz cuenta ahora su historia en el documental 'El niño de fuego'.
El 8 de septiembre de 2009 su vida cambió para siempre, tanto, que ya ni siquiera le gusta mirar sus fotos de cómo era antes de aquel día. Aleixo Paz acompañaba a su padre en un viaje de trabajo en la cabina del camión cisterna que el progenitor conducía, y que transportaba 20.000 litros de gasóleo. Entonces, se estrellaron contra una furgoneta que había parado en el arcén. Las llamas de la explosión duraron horas, y el pequeño de ocho años de edad fue rescatado por su propio padre con el 90% de su cuerpo quemado. Salir de allí con vida fue el primer milagro, y salir del hospital Vall d'Hebron meses después, otro.
Para él, haber cumplido 20 años es el tercer milagro de su vida, ya que para llegar a esa edad se ha tenido que seguir sometiendo a operaciones constantes. Ya lleva más de cuarenta. Pero él no considera que su historia sea un ejemplo de superación. Sobre todo porque ha "soñado" varias veces con la muerte. "No quiero una vida para vivirla, quiero llegar al final, a la muerte", llega a decir en el documental, dirigido por Ignacio Acconcia.
Cuando ingresó en el Hospital Vall d'Hebron, que tiene una prestigiosa Unidad de Quemados, los diagnósticos no eran muy favorables. Tras varios meses en la UCI, la celebración de su subida a planta se diluyó cuando el niño sufrió una parada cardiaca. Fueron muchas las complicaciones, y a día de hoy aún las sufre, y de vez en cuando tiene que volver a pasar por quirófano.
Aleixo confiesa que no le gustan las cámaras ni se siente cómodo hablando con la prensa. De hecho, el director del documental tardó un año en convencerlo para que accediera a ser grabado. Además, el joven también reconoce que no se lo puso nada fácil al equipo ni al director, ya que había días que estaba de muy mal humor y no quería grabar, o se peleaba con Ignacio Acconcia porque había ciertas partes de su vida que no quería que fueran mostradas.
El documental se estrenó en octubre de 2020 en la SEMINCI de Valladolid. "Siete años desde que conocí a Aleixo hasta hoy. Qué difícil es levantar un proyecto y hacerlo realidad", reflexionaba el director en el momento del estreno. "Me llevo una amistad para siempre y un camino de aprendizaje en todos los sentidos rodeado de gente increíble en lo profesional y lo personal".
Según Acconcia, esta ha sido "una experiencia para toda la vida". Para Aleixo, el rodaje ha sido un aprendizaje. "He aprendido que las barreras en la vida se las pone uno mismo. El estar delante de las cámaras o subirme a un escenario es algo a lo que jamás me hubiera atrevido si no fuera por 'El niño de fuego", recogía la agencia de noticias EFE.
Cuando estaba en el hospital aprovechaba para refugiarse en la música. También, desde muy joven, empezó a escribir letras de canciones. La música le ayuda a expresar la rabia que siente por todo lo que le ha pasado, por las miradas que los desconocidos le lanzan por la calle, y por todo el sufrimiento que ha tenido que sobrellevar desde que ocurrió el accidente. Gracias al documental ha podido colaborar con Chaca, rapero de l'Hospitalet de Llobregat y un ídolo de su hermano mayor, e incluso ha llegado a actuar con él en directo.