Todos los años, durante la fiesta judía del Sucot, se celebra un festival de música trance en la frontera de Israel con la franja de Gaza. Se conoce con el nombre de Tribe of Nova (la tribu nueva) y, por primera vez, era una rave que pertenecía a la gira mundial de la música psicodélica dentro de Universo Paralello, el mayor evento cultural de arte y trance que culmina siempre en Brasil. Además de los DJ y las sesiones musicales, los asistentes también pueden disfrutar de actividades recreativas, en un entorno pacífico donde se fomenta la libertad y la autoexpresión.

Sin embargo, el TON ya siempre será recordado por ser el lugar en el que un grupo de milicianos palestinos de Hamás irrumpieron con sus Toyotas y acribillaron a tiros a jóvenes de distintas procedencias, que habían bailado hasta el amanecer en medio del desierto. La estampida que provocó el atentado desató el terror entre todos los presentes y muchos jóvenes fueron asesinados mientras trataban de escapar. Otros, fueron secuestrados y exhibidos como símbolo del triunfo de la Yihad.

La fecha elegida para llevar a cabo su matanza, bautizada por los israelitas como su nuevo 11-S nacional, no fue a la azar. Además de atentar en sabat, el día sagrado en el que los hebreos ni siquiera usan la electricidad, el festival trance estaba dentro de las celebraciones del Sukkot, una festividad judía, también conocida como fiesta de las cabañas, que es de origen bíblico y rememora las dificultades de los israelitas en su tránsito por el desierto tras la liberación de los esclavos de Egipto. Por eso, el evento se celebra en medio de la nada, con cabañas que recuerda a aquellas sucá en las que descansaban los hebreos liberados.

En las terribles imágenes del momento del ataque que se han difundido por todo TikTok, se puede ver cómo los jóvenes se encontraban disfrutando de la música electrónica cuando extraños parapentes comenzaron a verse sobrevolando el cielo. Todos los amantes del festival han lamentado y condenado estos actos de violencia extrema y esperan que, con el tiempo, el trance vuelve a ser para ellos un lugar de "refugio y esperanza".