El regreso de Rosalía a la vida pública causó tanta expectación que todo el mundo se fijó en cualquier detalle que pudiera revelar cómo se encuentra tras su ruptura con Rauw Alejandro. Desde que ambos anunciaron la anulación de su compromiso de boda a finales del mes de julio, ella decidió encerrarse en su estudio de Miami y desaparecer de las redes sociales durante un larguísimo mes y medio de silencio.
El pasado 7 de septiembre, decidió salir de su sombra y publicó un carrusel de fotos en el que explicaba lo que había hecho durante todo el verano, el primero que ha pasado sin Rauleto después de tres años de amor. En las imágenes, vimos a una Rosalía mucho más delgada y publicando algunas fotos significativas, como la del skincare en la que se pintó por toda la cara lágrimas de color azul, el color favorito de su ex.
Después, apareció en el desfile de Prada de Milán, donde pocas horas antes el puertorriqueño había dado un concierto perteneciente a su gira Saturno Europe Tour. Y allí, todo el mundo se dio cuenta de que llevaba un anillaco colgando de un pendiente. La fotografía de su oreja corrió por las redes sociales y muchos aseguraron que era ése el anillo que le dio Rauw en su pedida de matrimonio y que, por tanto, ella lo había vuelto a utilizar con esta chula idea.
Pero, finalmente, ha quedado demostrado que no. La joya no es, ni de lejos, la que Rosalía enseñaba llorando al final del videoclip de 'Beso', con el que la pareja dio a conocer su efímero compromiso. Se trata de un peculiar pendiente que la artista ya lució en la gala de los premios MTV vMAS del año 2019, por lo que no tiene nada que ver con su boda fallida.