La hija de Eminem trabaja en un salón de belleza pese a la fortuna de 260 millones de dólares de su padre

En la mayoría de los casos, los hijos de figuras famosas o de mucho dinero suelen hacer uso de la riqueza de sus padres. Mansiones, coches de lujo y viajes sin parar son algunos de los privilegios que muchos de los hijos de personas famosas o millonarios suelen hacer sin trabajar, pero esto no ha sido el caso de Alaina Scott, la hija mayor de Eminem.

Esta joven de 30 años que fue adoptada por el rapero y su mujer, se sale de la regla. Pese a que su padre acumula una fortuna de 260 millones de dólares, Alaina ha decidido que ganará el dinero por su propia cuenta y es por ello que trabaja como esteticista en un salón de belleza cerca de su casa en Rochester Hills de Michigan, Estados Unidos.

Lejos de vivir rodeada de lujos, The Sun ha compartido cómo es la vida de Alaina en el salón y han compartido que se lleva muy bien con los clientes y que incluso se encuentra en la página web del local, pese a que no sea muy fan de mostrarlo en redes sociales. Además, los paparazis han podido captarla en plena acción atendiendo a los clientes y explicándoles diferentes servicios del salón.

Alaina ha sido un verdadero ejemplo para muchos, ya que desde pequeña ha querido ganarse "el pan por su cuenta". Estudió en la Universidad de Oakland y tuvo la Licenciatura en Comunicación Social. Es por ello que siempre ha demostrado que pese a ser hija de una personan millonaria y famosa, estudiar y trabajar siempre han sido sus objetivos.

Eminem la acompañó al altar

Fue el pasado 9 de junio que Alaina contrajo matrimonio con su novio Matt Moeller y pese a que habían rumores de peleas padre e hija, Eminem acompañó a su pequeña hasta el altar. El rapero se mostró como un padre orgulloso en la ceremonia y luego en la fiesta temática del Gran Gatsby.

"Había un pasillo a cuadros en blanco y negro que medía 25 metros de largo, y fue mi padre el encargado de acompañarme hasta el altar”, dijo Scott en una entrevista exclusiva para desmentir sobre las sospechas de una posible ausencia y añadió, "No se lo iba a perder".