Han pasado 82 días desde que la vida de Sergio Rico se paralizó. El pasado 28 de mayo, el portero del PSG sufrió una caída de un caballo mientras paseaba por El Rocío y fue golpeado en la cabeza por el animal. Desde entonces, ha estado ingresado en el hospital de Sevilla en cuidados intensivos y hoy, por fin, después de tres largos meses, ha recibido el alta médica. El futbolista ingresó en un estado tan grave que se temió seriamente por su vida.
Durante todo este tiempo, le han puesto y quitado la sedación en varias ocasiones y fue a mediados de junio cuando los médicos vieron que empezaba a reaccionar a los estímulos. Su mujer, Alba Vila, no se ha separado de él en ningún momento y ha sido ella, a través de unos mensajes, la que anoche anunció que era su último día en el hospital Virgen del Rocío. "Por fin nos dan el alta, pero hasta que no nos vea salir por la puerta, no me lo creeré", dijo en redes.
Finalmente, los profesionales les han comunicado que sí, que Sergio podía volver a casa y Alba ha publicado en sus stories cómo ha sido esta intensa mañana llena de despedidas: "Llevo toda la mañana con las despedidas del personal. Ellos son los verdaderos héroes", ha dicho, dándoles las gracias una vez más por sus excelentes cuidados.
A su salida, el portero, con muy buen aspecto, se ha dirigido a la prensa y ha pronunciado unas emotivas palabras: "Me encuentro bastante bien. La aneurisma todavía no está del todo controlada, pero ya puedo seguir recuperándome en casa, siempre atento a las indicaciones médicas. Quiero dar las gracias a mi mujer, que ha estado 20 horas al día conmigo, a mi familia, a toda la prensa que nos ha tratado con respeto y al mundo del fútbol, tanto a mi equipo de París como a los de Sevilla", ha dicho, visiblemente emocionado.