En los últimos años, el pequeño país de vecino de Andorra ha estado presente en las conversaciones por una razón que poco tiene que ver con los encantos turísticos del principado. ¿El motivo? El lento pero continuo desfile de muchos de los creadores de contenido más destacados del universo digital patrio para instalarse en tierras andorranas con la justificación de una fiscalidad más beneficiosa para sus abultadas finanzas. El Rubius, Auronplay, Willyrex, Vegetta o Ampeter son solo algunos de los grandes nombres de Twitch que han desplazado su referencia hacia los Pirineos. Ahora, otro de ellos, The Grefg, ha dado su versión de los hechos, revelando por qué decidió irse a Andorra.
Durante su visita a The Wild Project, David Cánovas (el nombre real del youtuber) ha sido preguntado al respecto. El conductor del podcast, Jordi Wild, ha querido saber por qué razón el murciano tomó la decisión de mudarse al país vecino, algo que él mismo considera una decisión “egoísta”.
"La experiencia, o lo que yo he aprendido, es que primero te tienes que preocupar de ti, de lo puedas aportar a tu familia, de lo que puedas generar y de mirar por tu ombligo, porque la gente no lo va hacer". The Grefg admite que, con esta mentalidad, pensó que estaba viviendo años en los que ganaba dinero y tomó la decisión: "En España tengo que pagar tanto, tengo un lugar que está aquí al lado, que puedo hacer mi trabajo, que tal, pues me voy", se ha sincerado en el mencionado formato.
El murciano reconoce la importancia de la cuestión moral en esta ecuación. "Yo respeto muchísimo la otra posición, la de 'bueno, si ganas más dinero tienes que pagar más'. La respeto mucho, pero creo que también se tiene que pedir ese respeto para la gente que decide hacerlo porque lo ve bien, al final es un tema legal y cada uno está en su derecho"”, ha concluido el streamer.
Durante su paso por el podcast ha dejado hueco, por supuesto, para otros temas. Uno de ellos ha sido su relato de las anécdotas más locas que le han ocurrido con sus seguidores. David ha narrado que ha habido ocasiones en las que varios chavales se acercaban a su casa para pedirle fotos y su madre les abría la puerta.
En una ocasión, se encontró que hasta les había dado la merienda a sus fans. “¡Échate una foto con los críos, que han venido a verte!”, le animaba ella. “Y yo ‘¿What? ¿Pero qué cojones es esto?”, ha confesado entre risas, reconociendo que las primeras veces le hizo gracias, pero que luego necesitó marcar un límite.