Este sábado, el concierto de la artista Rocío Saiz era uno de los que formaban parte de la programación del Orgullo LGTBIQ+ en Murcia. El espectáculo tuvo lugar en la plaza Cardenal Belluga y la cantante de 31 años quiso aprovechar su paso por el escenario en una fecha tan importante para el colectivo como es el Orgullo, hacer activismo quitándose la camiseta y quedándose con el pecho al aire.
Hace 10 años que, cada vez que Rocío canta una de sus canciones, 'Como yo te amo', se quita la camiseta y la interpreta con el pecho descubierto. Pues bien, este sábado la policía ha interrumpido su concierto y le ha obligado a ponerse la camiseta si quería seguir con la actuación, la otra opción era irse esposada del escenario: "No me dejaban seguir si no me vestía", ha asegurado Rocío en una reivindicativa historia que ha subido a su perfil de Instagram.
Ha sido en este comunicado donde la artista ha explicado y denunciado públicamente lo sucedido: "Me he vestido, hemos terminado el concierto por respeto al público y al bajar las escaleras la Policía Nacional me ha pedido la documentación".
Por si esto fuera poco, Rocío ha asegurado que fue el "inspector" a buscarla a "la calle para esposarme diciéndome que había incumplido no sé cuántas leyes y que me abría un atestado policial". Este inspector ha confesado también a Rocío que si ella fuer aun hombre no la habría denunciado porque "si lo hace un hombre no es ilegal". Este inspector le ha cogido todos los datos a Rocío y "me ha dicho: 'Esto es lo que habéis votado', y tiene razón, el problema no es él, es lo que habéis votado".
Rocío está harta, no es la primera vez que vive una situación de este tipo y ha dicho: "Cada vez más cerca de dejar la música, de dejar de exponer el cuerpo y de dejarlo todo. Porque no me lo merezco".
La artista ha querido dejar bien claro en sus redes sociales que ya no puede más, que no quiere "poner más el cuerpo. Que lo pongan otras. Que luchen otras. A ver cuántas se ponen delante para luchar verdaderamente por nuestros derechos".
Y manda un mensaje a las personas que a través de los medios, podcasts, redes sociales luchan por los derechos de la comunidad LGTBI+: "Id a las ciudades. Escuchad lo que está pasando. Tener millones de seguidores no te hace influyente, tener podcasts no te hace activista, tener premios sin salir de casa no te hace ser del colectivo. Basta ya de postureo, lo que nos está quedando es un infierno. He intentado ser menos radical para poder tener trabajo, ¿pero para que? Ojalá no tuviera que hacer esto OTRA VEZ".