La vida de Laura Escanes dio un giro radical cuando su relación con Risto Mejide, con quien se había casado y tenido a su única hija, llegó a su fin. Ellos vivían juntos, pero tras su ruptura Laura se fue de la casa y se ha comprado un piso en Madrid al que se ha mudado con Roma, su hija.
Laura ha ido compartiendo con sus más de 1,9 millones de seguidores cómo ha sido el proceso tanto de buscar piso como de amueblarlo y ahora, por fin, no solo se ha mudado allí, sino que lo tiene ya bastante decorado. A pesar de ello, en un preguntas y respuestas que ha hecho la influencer a través de sus historias de Instagram, ha revelado que todavía le quedan muchas cosas que terminar del nuevo piso.
"Siempre dice que se tiene que disfrutar el momento de empezar en un nuevo hogar, pero a mí me agobia porque me faltan mil cosas que no tengo y quiero estar ya al 100% instalada con todo", ha empezado diciendo Laura que al parecer todavía no ha conseguido "completar" la mudanza y retomar su rutina.
Otra de las preguntas que le han hecho sus seguidores a Laura es que cuál es el motivo por el que ha decidido comprarse un piso en Madrid y no una casa con jardín (como han hecho otras influencers en los últimos meses como María Pombo o Violeta Mangriñán), a lo que la joven ha respondido diciendo: "Estoy feliz en un piso".
Y, a continuación, ha aclarado: "No me imaginaba viviendo yo sola (una semana sola) y con Roma en algún sitio muy grande. La semana que estoy sola me sobra espacio", asegura la influencer, ya que su hija pasa una semana con Risto y otra con ella, se van turnando.
"De todas maneras, Madrid está prohibitivo y si hubiera querido una casa con jardín o me voy muy a las afueras o no tenía ni para empezar", reivindica la influencer.
El precio de la vivienda en Madrid está por las nubes y este ha sido uno de los motivos que ha impulsado a Laura Escanes a hacerse con un piso y no con una casa; junto con el hecho de que para ella sola o para ella y Roma con un piso les sobra espacio, no necesitan más en estos momentos.