El ciberbullying o ciberacoso es uno de los tipos de persecución más común de los últimos tiempos y el que más se ha ido agravando a lo largo de los años. Este tipo de acoso puede generar daños emocionales y dolor, especialmente en los menores que son los usuarios más activos de las redes e internet, no solo por el contenido humillante y violento los mensajes, sino también por el volumen y constancia de los ataques.
En los último días, las redes y los telediarios han sido testigos de uno de los casos más surrealistas relacionado al acoso en internet y que tiene como protagonista a Kendra Gail Licari, una mujer estadounidense que fue detenida por haberle hecho durante un año entero ciberbullying a su hija y a su novio a través de mensajes de texto y en las redes sociales.
Cada día y durante un año entero, Lacari se dedicó a enviar doce mensajes diarios a su hija y su novio con textos amenazadores, hirientes y humillantes de manera anónima y haciéndose pasar por uno de los compañeros de clase de su hija. Incluso, tras el constante acoso que su hija recibió y que desembocó en un daño emocional, fue la misma madre la que se presentó a la Policía para denunciar el caso.
Tras varios días de investigación los agentes y algunos miembros del FBI que se involucraron en el caso pudieron descubrir, para sorpresa de todos, que la creadora de todos esos mensajes había sido Kendra luego de rastrear la dirección IP del remitente ya que los primeros días la mujer trabajó codo a codo con los agentes para descubrir al culpable.
La Policía pudo saber que Lakari utilizaba un software para no desvelar su ubicación y enviaba los mensajes de diferentes números de teléfono y códigos de área para aparentar ser otros estudiantes de la escuela de su hija. Además, se obtuvieron 349 paginas que contenían los textos que la joven estuvo recibiendo de su madre todo este tiempo y se pudo saber que se trataban de mensajes con contenido violento y malévolos.
Después de que la Policía recopilara todas las pruebas, finalmente la mujer confesó lo hecho, pero aún se desconocen las intenciones detrás que la motivaron a realizar semejante daño a su hija. Y quizás nunca se sepan.
Apenas se desveló el caso, la mujer fue rápidamente detenida pero puesta en libertad tras pagar una fianza de 5 mil dólares. Pese a estar libre, en breve Lacari se someterá a juicio y podría ir a prisión por 10 años por delitos cibernéticos y otros 5 años por acecho y obstrucción.