Ya lo advirtió en Twitter: “Ahora que estoy mil veces mejor mentalmente estoy replanteándome sacar la lista negra de influencers súper body positive & súper buenas vibras que se dedicaron a amargarme la vida llamándome gorda, sabiendo que estaba pasando por un TCA”. Y la venganza de Inés Chumillas ha comenzado.
Para ponernos en contexto, la influencer ha publicado cuatro vídeos en su Tiktok @ineschumillas, donde relata el infierno que vivió cuando residía en Madrid por culpa de los que ella pensaba que eran "sus amigos". La primera declaración impactante de Inés ha sido sobre el trastorno alimenticio que sufrió durante ese periodo:
"Yo estaba sola en Madrid, tenía mucha ansiedad y solo me tranquilizaba con la comida. Luego me arrepentía de haber comido y pasaba lo que pasaba y así engordé 20 kilos. Lo digo sin vergüenza porque es así como pasó", ha dicho, admitiendo que pasaba por un complicado TCA.
Lo segundo que ha hecho es explicar que el origen de todos sus problemas comenzó en una excursión que hizo con esos nuevos amigos influencers, de los que no puede dar el nombre públicamente porque son "muy tochos". Era el cumpleaños de una de ellas y el novio de "esa chica" les invitó a todos a Barcelona, pero una parte del grupo decidió pasar del cumpleaños e irse a hacer turismo. Inés declara que ella fue "la única" persona que se enfrentó al grupo para defender a la compañera y que todo el mundo "se quedó callado". Desde ahí, solo confió en un amigo suyo, que fue el que la apoyó durante ese viaje.
Cuál fue su sorpresa cuando otra "amiga" le dice que "su amigo" la está llamando "gorda" a sus espaldas. Y, cuando Inés le mandó un mensaje explosivo a éste explicándole lo que era la depresión, la amiga que supuestamente le había alertado de la traición dice que no le ha dicho nada de eso, que solo le ha llamado la atención que había "empeorado su físico" y que le había hecho un comentario "por su propio bien". La tiktoker recuerda que, para una persona que está pasando por un trastorno alimenticio como el suyo (y para cualquier persona en realidad) este tipo de comentarios pueden ser muy destructivos y dañinos.
De ahí, Inés pasa a hablar de una pareja de chicas, con una relación sentimental, en quienes también confiaba. A ellas les contó sus problemas de salud creyendo que no le harían daño. Sin embargo, todo se torció cuando una de ellas se puso "celosa" y creyó que Inés estaba interesada en su pareja. Entonces hizo algo verdaderamente retorcido: contrataron a una tercera para que le hiciera llamadas en oculto a Inés y la insultara: "Me llamaban, gritaban gorda y colgaban. Sufrí este acoso durante meses".
Al final, la influencer, gracias a Carla Flila, se enteró de que habían sido sus propias amigas las que la habían hecho pasar por una situación tan dura (y denunciable). Todo ello la llevó a dejar Madrid y volver a Albacete, donde se encuentra mucho mejor mental y físicamente.
De momento, no ha dado nombres abiertamente de quiénes fueron las famosas influencers que le hicieron tanto bullying, pero sí ha dado varias pistas: una de ellas es la cara vista de campañas body positive y, en el día Mundial de la Salud Mental, "se le llenó la boca" hablando de la necesidad de tener un buen estado psicológico. Para Inés, toda una ironía.