Preparando este artículo, en Yasss hemos preguntado a varias mujeres si se masturban – y, para más datos, cómo y cuánto lo hacen – y si les gustaría hablar de ello públicamente. La respuesta, en un contexto social cotidiano, ha sido unánime: primero, un grito de desconcierto, después una risita conjunta y, por último, un rotundo “No”.
Solo una joven de 25 años, Sandra López, ha hablado sin tapujos de sus hábitos de masturbación e, incluso, se lamenta de no haberla descubierto antes. Curiosamente, es una de las mujeres que entrarían en el target del último estudio de la compañía de productos eróticos Womanizer, en el que se determina que las mujeres se masturban este año 30 veces más que en el año anterior.
En concreto, la brecha de masturbación masculina y femenina se ha reducido a nivel internacional del 62% al 47%; un importante incremento en la práctica del sexo “herself” que se extrae de una encuesta realizada a 22.315 participantes de 15 países distintos. Las que ocupan el top one de la masturbación son las británicas pero, en el caso de España, también hay datos jugositos.
En nuestro país, de media, los hombres españoles se masturban 164 veces al año, frente a las 170 veces del 2021, por lo que su ratio ha disminuido ligeramente. Sin embargo, las mujeres, cada vez más libres y empoderadas, han disfrutado mucho más de sus genitales (que para eso están), pasando de masturbarse 64 veces al año, a 99.
Una de esas chicas que, en el último año, se ha animado a masturbarse ha sido Sandra y, por lo importante de los acontecimientos, le hemos preguntado si influyó en algo la pandemia del covid.
Efectivamente. Y lo mejor de todo es quién y por qué la animó a que lo hiciera por primera vez: “Empecé a masturbarme en pandemia porque me lo recomendó mi psicólogo. Me servía para generar endorfinas porque, encerrados en casa, no generábamos nada. ¡Ahora me arrepiento muchísimo de haber empezado tan tarde!”, dice, pero, tranquilidad, a sus 25 años todavía le quedan muchas experiencias sexuales por delante.
Aun siendo tan jovencita y residir en una gran ciudad icono de la diversidad, también ha vivido la masturbación como un tema tabú en su círculo más cercano. "En mi ambiente era algo bastante tabú, nadie se tocaba porque eso era "de guarras", admite, a la vez que rompe esas barreras confesando que ella utiliza con mucho gusto un succionador de clítoris y otro normal para esos ratos de placer. Esperamos que, con este estudio, y el reflejo que hace el mismo de la necesidad de hablar más de sexo -tanto en casa como con los amigos-, esos tabúes vayan desapareciendo definitivamente.