Hace unos días, Rosalía subía una serie de fotos a Instagram. En una de ellas, aparecían las piernas de dos personas y, en medio de ellas, un libro dado la vuelta. Un hecho que suscitó enseguida la curiosidad del escritor Julen Azcona, autor de ‘Lodo’, y cuya duda subió a Twitter con un pantallazo de la foto y la pregunta: “Qué libro de Anagrama está leyendo Rosalía? Expertos en contraportadas, manifiéstense”.
Los seguidores de Julen Azcona fueron los primeros en responder. Al día siguiente se había viralizado y eran cientos los que aportaban sus ideas. Algo que llamó la atención del escritor, ya que “enseguida gente desconocida empezó a darme Me Gusta, cosa que confirmó mi teoría de que en Internet sencillamente hay gente que está todo el día escribiendo ROSALÍA en el buscador, a ver qué sale”, explica a Yasss.
Y, de repente, una gran ola de usuarios de Twitter estaba implicada en la investigación. Algo que cree que se debe a que al ser un libro de Anagrama, “cuyo catálogo es muy chulo, resultó muy estimulante para saber qué libro estaba leyendo la cantante. Creo que si hubiera sido la cubierta de un best-seller no hubiera despertado tanto interés en ese nicho de ‘Twitter Literatura’, aunque tal vez sí en otros públicos”, comenta.
Según el Tweet se fue viralizando, las respuestas fueron siendo de lo más variopintas. Unas graciosas, otras dignas de auténtico periodismo de investigación y otras que mostraban verdadero interés por averiguar qué libro estaba leyendo Rosalía.
Por citar algunos ejemplos. El también escritor y filósofo Eduald Espluga, al que entrevistamos en Yasss hace un tiempo, bromeaba si el libro que se estaba leyendo no sería No seas tú mismo, ensayo escrito por él mismo. O el tuitero Carlos Ledesma ponía un pantallazo de Fray perico y su borrico. “Me encantaron los memes de Rosalía leyendo libros random: el de poemas de Alfred García, el de ilustraciones de Aitana o el de Laura Escanes”, añade Julen Azcona.
Pero también había otra serie de tuiteros que seguían toda la investigación con mucho interés. Y que incluso proponían qué libros podrían ser. Desde los nuevos diarios de Patricia Highsmith que va a publicar la editorial hasta Poeta chileno, de Alejandro Zambra, obra que rápidamente fue descartada porque su color era blanco y no amarillo.
A Julen Azcona le pareció muy chula la publicación que hizo en Instagram la biblioteca pública de su ciudad, Estella-Lizarra (Navarra). Un post que incluía gifs animando a la lectura. “Y redirigían al catálogo de la biblioteca, donde tenían disponible el libro por el que apostaban. Yas!”, cuenta el escritor.
Muchos tuiteros lo habían aventurado antes, pero la confirmación definitiva llegó de parte de la editorial, quienes llevaron a cabo una verdadera labor de investigación. El libro en cuestión parecía más fino de lo que mostraba la foto. Pero es que la imagen tenía una trampa: estaba hecha con ojo de pez, lo que le hacía parecer más gordo.
Hasta el propio Julen Azcona no aceptó que era el libro hasta que Anagrama le dio esa respuesta. Incluso escribió algunos tuits como “nenas de Twitter literatura por favor PARAD rosalia NO está leyendo a ocean voung” o “tiene como 200 pags y rosalia se está leyendo un TOCHAZO”.
“La cosa es que lo de Ocean Vuong se dijo desde muy pronto, pero yo lo descarté tajantemente porque es una novela de 200 páginas y lo de Rosalía parecía un tocho. Hasta que Anagrama tuiteó lo del ojo de pez, no nos dimos cuenta de que el iPhone de Rosalía nos había estado vacilando todo ese tiempo”, ríe.
Pero gracias a la investigación de la editorial, se cerró la conversación: el libro en cuestión era En la Tierra somos fugazmente grandiosos, de Ocean Voung. Un momento que para Julen Azcona fue brutal, ya que confirmaba que la conversación estaba trascendiendo a su círculo cercano o el círculo de fans de Rosalía. “Además, creo que lo hicieron bastante bien, muy distendido. En general, fue todo un pasatiempo, un ejercicio sano de búsqueda colectiva”, explica.
Se trata de una obra que a Julen Azcona le gusta que Rosalía pueda estar leyendo, ya que es “poético, introspectivo y queer, y su protagonista es marica, migrante, racializado y de clase obrera. Sobre todo porque la idea de que Rosalía esté leyendo algo como La bestia de Carmen Mola es aterradora, en todos los aspectos imaginables”, explica.
Una obra en la que el protagonista escribe una larga carta a su madre, quien no sabe leer. Pero esa carta es en realidad un examen de conciencia, un repaso de lo que ha conformado su identidad: el ser hijo de una familia de vietnamitas que huyeron de su país rumbo a Estados Unidos y como joven que se descubre y asume su homosexualidad.
Un libro que Julen Azcona empezó hace un par de años porque la premisa y el título le sedujeron, pero que no fue capaz de terminar. Algo que cree que se debe a que no lo pilló en un buen momento. Por ello quiere retomarlo y devorarlo igual que su padre, quien lo empezó a leer a raíz del tuit y le ha encantado.
La última pregunta es casi obligatoria: ¿Te hubiera gustado que hubiese sido Rosalía quien resolviera la duda? Y, como fan que es, claro. “Pero también me gusta que nos haya dejado a los mortales entretenernos un rato a su costa, sin su intervención. De la otra manera, tal vez no habría sido ni la mitad de divertido. Además, ni siquiera Anagrama asegura que la respuesta definitiva sea Ocean Vuong. Es mejor seguir en el terreno de la fantasía”, cierra.