El pasado domingo 21 de agosto, sobre las 21:40 horas dos chicas de 25 y 26 años que estaban cenando en una pizzería de la cadena Domino’s en Huesca fueron identificadas en el ticket de la comanda como “mesa pareja chicas gitanas”, en vez de por el número de la mesa como es habitual.
El padre de una de ellas y prior de la Cofradía de los Gitanos de Huesca, Manolín Giménez, fue quien compartió lo ocurrido a través de su perfil de Facebook, subiendo una foto del ticket donde podía leerse lo que había ocurrido: "No tienen educación, denunciemos estos actos y que no se vuelva a repetir", escribió Giménez, quien añadió que "normalmente identifican las mesas por números pero a ellas las etiquetaron como gitanas".
Ellas habían ido a esa pizzería en más de una ocasión y nunca habían tenido ningún problema, pero esta vez, cuando iban de camino a casa, una de ellas volvió a mirar con mayor detenimiento el ticket y leyó que les habían identificado como la mesa de la pareja de chicas gitanas.
Fue nada más darse cuenta de lo ocurrido cuando volvieron al local para hablar con la encargada y poner una queja formal.
Ahora, se ha sabido, que el empleado que las identificó de esa manera en la comanda llevaba una semana en el establecimiento y que, tras lo ocurrido, lo han despedido; ya que no habría superado el periodo de prueba de manera satisfactoria.
Desde el departamento de prensa aseguran que este incidente “no se tendría que haber producido” y que no se corresponde “con el modo de trabajar en los restaurantes, no se debería identificar a las personas de un restaurante por su etnia, para eso están los números de mesas”.
Además, el martes la empresa emitió un comunicado en el que aseguraba que “lamenta, condena y rechaza el trato discriminatorio recibido por estas dos clientas y expresa sus más sinceras disculpas, a las personas afectadas y al conjunto de la comunidad gitana, ante la inaceptable actitud de uno de los empleados del grupo”.
También ha intervenido en este asunto la Fundación Secretariado Gitano, a través de su coordinador provincial, Eduardo Julián Pascual, quien mostró su total apoyo a las familias de las dos chicas y dijo que espera que "este tipo de cosas no vuelvan a ocurrir".